Uno de los espacios preferidos por los capitaleños es el Jardín Botánico Nacional. Este lugar no es solo una reserva natural de vital importancia para el país, sino el enclave perfecto para pasar un hermoso día junto a familiares y amigos.
Bajo el símbolo de la hoja de guanito (abundante dentro del recinto), este popular jardín, además de su exposición permanente de bromelias, plantas exóticas y acuáticas, orquídeas y helechos, aparte del Museo Ecológico, un llamativo Reloj Floral en la Plaza Central, el tradicional trencito rojo, y sus jardines y áreas exteriores; alberga una biblioteca especializada en Botánica General con valiosas colecciones de la flora nacional y extranjera, abierta al público.
El nombre de este pedacito de “verdor” citadino, de hecho, honra al primer científico dominicano en estudiar la flora nacional, autor del“Catálogo Floral Dominicano” publicado en el año 1943.
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