miércoles, 23 de mayo de 2012

La tragedia de una familia segura de que las vidas de todos estaban en manos de un hombre


VECINOS COINCIDEN EN QUE ESPERABAN LA MUERTE DE FELICITA EN CUALQUIER MOMENTO, PERO QUE NUNCA PENSABAN QUE LA TRAGEDIA ALCANZARÍA A LOS HIJOS                                                                     Santo Domingo
Gran tristeza y vacío vivían hoy vecinos de Felícita Pérez, minutos después de que el féretro saliera hacia el cementerio Cristo Salvador, en San Isidro, donde serían sepultados sus restos y los de su hijo Welington Guzmán, de 25 años, quienes fueron asesinados ayer por su ex esposo, en un hecho donde también resultó herida una hijastra de ambos con siete meses de embarazo, y cuya criatura, que lograron sacar con vida del vientre, se debate entre la vida y la muerte.
Mientras, la casa donde residía la familia por más de 30 años, ubicada en el sector Libertador, en Herrera, permanecía cerrada. Vecinos coincidían en que esperaban la muerte de la mujer en cualquier momento, pero que nunca pensaban que la tragedia alcanzaría a los hijos.
Ella misma lo sabía y así se lo confesaba con frecuencia a Andrea, la vecina de más confianza, quien asegura que ella siempre le decía que estaba convencida de que su vida estaba en manos del agresor.
Dijo que con frecuencia la golpeaba y que a pesar de los consejos que le daban no salía de la casa.
La situación que viven de tristeza y angustia fue narrado por Florencio Pérez, Andrea y Ana, quienes eran testigos de los constantes maltratos a los que era sometida la víctima por Vangelio Guzmán, de 62 años, quien la madrugada de ayer decidió acabar con la familia y luego suicidarse.
Por años la familia vivió en carne propia los maltratos de su verdugo, a quien las autoridades le impusieron una orden de alejamiento que finalmente no logró impedir que se cometiera la tragedia.
Los vecinos aseguran que Welington, que no logró escaparse del salvajismo de su padre, lo enfrentaba cada vez que iba a maltratar a su madre.
Mientras que la hijastra del victimario, quien también resultó herida y hubo que intervenirla de emergencia para salvarle el bebé de ocho meses de gestación que esperaba de su propio verdugo, se encuentra estable en el Marcelino Vélez Santana, pero la criatura está en condiciones delicadas con pronósticos reservados ingresada en la unidad de cuidados intensivos neonatal, según reveló el director médico del centro, Juan Álvarez.
La bebé nació bajo peso, asfixie perimetral,  y ayer hizo convulsión. Actualmente recibe respiración asistida.
La tragedia fue consumada la madrugada de ayer, y a pesar de que en el día Welington trató de evitarla logrando sacar al agresor de la casa, en la madrugada volvió y rompió una ventana por la que penetró y la emprendió a tiros a su esposa e hijastra que se encontraban durmiendo en una de las habitaciones de la casa.
Cuando su hijo salió a defenderlas también fue atacado por su padre, quien tras el hecho decidió quitarse la vida.
Los restos de la madre y el hijo fueron velados en la funeraria de Herrera y de allí trasladados al cementerio Cristo Salvador, donde recibirán cristiana sepultura.

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