Entre 10 y 15 dominicanos son detenidos y devueltos cada día en la frontera dominico- haitiana en Jimaní, por haber alterado las fechas del visado provisto por las autoridades haitianas, la mayoría de estos, camioneros a los que el documento se les ha vencido, de acuerdo a Laguerre Edwidge, inspector de migración de Haití.
En cambio las autoridades dominicanas, según José Pérez, encargado de Migración en el puesto fronterizo, detectan “grandes cantidades” de visados falsos, vendidos a haitianos por redes de falsificadores que se valen de un “buscador” o “buscón” para estafarles.
Estas son tan sólo dos formas de ingresar a ambos países con documentos ilegales.
Sin embargo, no todo el que cruza de forma ilegal lo hace alterando documentos, sino que algunos optan por utilizar las montañas o, incluso, el lago Azuei o Enriquillo para casos extremos.
La revelación la hace el director del Servicio Jesuita de Refugiados y Migrantes, Lissaint Antoine, al hablar de cómo operan las redes de trata de personas, sobre todo las que involucran a niños.
Según sus declaraciones, estas cuentan con el apoyo de ciudadanos de las dos naciones.
Estas posiciones fueron externadas durante el taller “Nuevas miradas de la realidad dominico-haitiana. Más y mejor periodismo”, auspiciado por la Cátedra Unesco de Comunicación, Democracia y Gobernabilidad de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) y celebrada en los pueblos fronterizos de Fond Parisien y Jimaní.
De hecho, según el sacerdote, la mayoría de los niños no pasa por los puntos fronterizos, sino que son llevados en lanchas a través del lago, ya que las autoridades haitianas no vigilan el tránsito por el lago Azuei.
Al respecto, el supervisor haitiano de migración indicó que algunos puntos dentro de la frontera no tienen presencia de las autoridades se país, situación que coadyuva al tráfico ilegal.
Como medida precautoria contra el tráfico de personas, las autoridades haitianas piden que los padres acompañen a sus hijos cuando estos viajan o, en su defecto, otorgar un permiso notarial para quienes les acompañen.
En el caso de los dominicanos que son detenidos, se ha comprobado que estos aprovechan la vulnerabilidad del documento, que en realidad es un sello llenado a mano con las generales del viajante, para cruzar ilegalmente.
En gran medida se trata de choferes de camiones de carga, según lo asegurado por las autoridades de ambas naciones, que ante el hecho de que sus documentos han expirado prefieren alterarlos antes que renovarlos.
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