Cual cáncer que se propaga, el robo de lámparas y tarjas continúa extendiéndose por el Distrito Nacional, sin que al parecer las autoridades puedan apresar a los autores de estas fechorías.
Ahora le tocó al Parque Braulio Álvarez, de Villa Consuelo, del cual fueron robadas 95 lámparas, 8 bombillas de la glorieta central, una tarja de bronce y varios zafacones de metal.
“Aquí hay una banda de depredadores y bandidos, que roban para fumar. Cuando acaben con las luces vendrán por los bancos. Este parque está a merced de los ladrones por que no hay vigilancia”, afirmo Pedro Pérez.
En la remodelación del parque fueron instalados 77 postes de luz con 144 lámparas, de un tamaño aproximado de un pie cuadrado, con una gran bombilla, lo que ofrecía la iluminación necesaria para que los visitantes se sintieran seguros sin importar a la hora en que asistieran a ese espacio abierto para toda la comunidad.
“Ya de noche uno no puede traer a sus hijos, por que aquí lo que hay es un bandidaje y una partía de atracadores. Todos los alrededores del parque están llenos de Drink. Aquí lo que se hace es que se bebe, fuma y se pelea”, dijo Eliseo Rosario.
Este parque ubicado entre la avenida 27 de Febrero, y las calles Tunti Cáceres, Juan Pablo Pina y Sánchez Valverde en Villa Consuelo, inaugurado por el Ayuntamiento del Distrito Nacional, en el 2008, se convirtió de inmediato en un oasis para los residentes de esta comunidad, que tendrían un lugar donde recrearse, divertirse, traer los niños a jugar, y también realizar actividades comunitarias.
Pero la felicidad duró muy poco, casi lo mismo que permaneció la vigilancia en el lugar.
“No se hace nada en construir un parque si no se le da mantenimiento. No solo es barrer, también hay que poner quien lo vigile y atienda. Los policías municipales que pusieron fue por pocos meses”, dijo Juan Rojas, quien es guaguero.
Este espacio público cuenta con siete jardineras en una extensión de cuatro mil 343 metros cuadrados en hormigón estampado y mil 505 de área verde. Además de contar con un diseño moderno, una glorieta en el centro y una plataforma a su alrededor con escalinatas para subir. Su pavimento y áreas perimetrales fueron reconstruidos en hormigón estampado.
Como es el formato implementado por el alcalde Roberto Salcedo, esta área fue dotada de una sección infantil o parque canquiñas. También fueron plantados 64 palmas de tipo cola de zorro, además de árboles de la variedad mara samán, y en las jardineras, arbolito chino y grama.
Los 88 bancos de hierro forjado aun están ahí, por estar bien adherido al suelo de concreto, pero poco a poco ya a algunos le han quitado brazos y barandas horizontales.
“Mire, aquí agarramos a uno de los ladrones quitando una lámpara, fue llevado al destacamento y lo metieron preso. Llamamos al ayuntamiento para que se querellara, no hicieron caso y lo soltaron”, según Olga Ciprían, lugareña.
UN APUNTE
Otro parque
Al menos 120 lámparas del alumbrado del parque Mauricio Báez fueron robadas en las últimas semanas, sin que la Policía ni el Ayuntamiento del Distrito Nacional se enteraran.
Las lámparas estaban colocadas sobre 60 postes, por lo que para su robo fue necesario equipo para electricidad, escalera y al menos un vehículo para transporte. En el lugar nadie vio nada, y a pesar de estar en ruta hacia Amet y el Palacio de la Policía, ningún agente notó el robo.
Este parque ubicado entre las avenidas Leopoldo Navarro-John F. Kennedy y San Martín, es un lugar estratégico para los peatones debido a que el parque bordea tres barrios de los denominados populosos y sirve de parada obligatoria de diversas rutas de transporte público.
La plaza posee unos 6,300 metros cuadrados, consta de 74 bancos, luces y zafacones. Incorpora además un área de recreo para niños con hamacas, toboganes y columpios.
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