lunes, 23 de julio de 2012

Roban todas lámparas, tarjas en una plaza


“El Ayuntamiento mantendrá un servicio de vigilancia permanente a fin de que las personas que visiten la plaza se sientan protegidas”, afirmó el alcalde Roberto Salcedo, el 4 de mayo del 2007, durante la ceremonia de inauguración de la plaza Mauricio Báez, a la que ya le robaron 120 lámparas de neón y la mayoría de las tarjas de bronce.
Esta plaza, ubicada a pocos metros de la sede central de la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet), y de una estación del Metro, fue prácticamente desmantelada y sumida en una zona de inseguridad, debido a la oscuridad que reina en la noche. También sustrajeron dos tarjas de metal  de los cuatro bustos que hay en el lugar.
Este parque ubicado entre las avenidas Leopoldo Navarro-John F. Kennedy y San Martín, es un lugar estratégico para los peatones debido a que el parque bordea tres barrios de los denominados populosos y sirve de parada obligatoria de diversas rutas de transporte público.
“Yo no entiendo, aquí nunca hay ni policía municipal ni de ningún tipo. Aquí solo limpian algunas veces y ya. Usted sabe cuantos guardias hay haciendo nada en los cuarteles. Yo lo pongo en todos los parques y puentes y a que se acaba esta vaina de los robos”, afirmó Damián Cabrera, residente en Estado Unidos y quien se encuentra de vacaciones en el país.
Las 120 lámparas estaban colocadas sobre 60 postes, por lo que para su robo fue necesario equipo para electricidad, escalera y al menos un vehículo para transporte. En el lugar nadie vio nada, y a pesar de estar en ruta hacia Amet y el Palacio de la Policía, ningún agente notó el robo.
Este acto delincuencial viene a sumarse a la larga cadena de robos, que afectan a parques (verjas y alumbrado), monumentos (tarjas y utensilios de metal), avenidas (señalizaciones y baranda de protección), puentes (verjas y cables), torres eléctricas (torres y cables), ingenios (maquinarias y todo lo que sea de metal).
En esta plaza se aprecian bustos en vistosos pedestales de concreto revestido con cerámicas de colores intensos, en honor a Mauricio Báez, defensor de los cañeros y fundador del Partido Popular Socialista, a Leopoldo Navarro, precursor del arte dominicano y destacado escritor, así como al literato y combatiente antitrujillista Américo Lugo, a cuyo busto le fue robada la tarja.
También hay  una estatua en  la parte frontal del parque que simboliza el trabajo y el esfuerzo; a esta también le fue robada la tarja de identificación.
La plaza posee  unos 6,300 metros cuadrados, consta de 74 bancos, luces y zafacones. Incorpora además un área de recreo para niños con  hamacas, toboganes, sube y baja, columpios, y otros juegos.
Fue  inaugurado hace cinco años, consta de  aceras perimetrales en los laterales, para proteger a los visitantes de cualquier accidente. El área infantil y de recreación fueron diseñada por el arquitecto Carlos Polanco y construidas por el ingeniero José Abel Noboa.

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