miércoles, 26 de septiembre de 2012

Chatarras se convierten en artículos de lujo en el mercado LA COMERCIALIZACIÓN DE ESTOS MATERIALES INCLUYE UNA CADENA QUE SE INICIA EN UN TRICICLO Y LLEGA HASTA LAS EXPORTADORAS


Santo Domingo
Las guagüitas que compran todo tipo de metales  (hierro, aluminio, cobre y aleaciones), pero también plásticos o cualquier material considerado chatarra, son comunes en cualquier barrio o sector.
El particular sonido de una guagua anunciadora: “Compro nevera vieja, licuadora vieja, cama vieja, batería vieja, inodoro viejo...”, testifica  lo que está sucediendo en un mercado que se vuelve más atractivo en la medida en que se descubre su rentabilidad. Mucha gente, consciente de su potencial, está sacándole provecho económico a lo que antes se botaba como chatarra, pero que hoy es considerado artículo de lujo.
Este tipo de negocio no sólo ayuda a quienes venden sus objetos viejos, sino a miles de familias que se mantienen y viven de él.
“Esto es una cadena para tratar de sobrevivir. El negocio de la compra y venta de metales es el sustento de muchas personas que no tienen la capacidad para desenvolverse en otro oficio. Reconocemos que por esta vía hay un grupito que son un poco descontrolados y desfalcan o le roban a compañías, pero el resto de estos negocios está a la vista de todos; cualquiera puede entrar, salir y no tenemos nada qué ocultar”, expresó Henry Ulloa, encargado de Metal del Rey en la avenida Charles de Gaulle.
En la mayoría de las chatarreras se trabaja con los metales ferrosos y no ferrosos y, según el propietario de Metal del Rey, Juan Aybar,  los precios para la compra y venta de estos varían dependiendo de lo que se comercializa. “El hierro se vende por kilo y es  a RD$9,000 la tonelada, es decir, RD$9 el kilo; el aluminio a RD$22 la libra, y el níquel a RD$23 ó 24 la libra y en el caso de las baterías de inversor la compramos a RD$800 y la vendemos a RD$820. Al negocio se le gana un margen  de un 7 a 8%”, dijo.
Las metaleras reciben desde neveras, estufas, lavadoras, hasta carros y tarjetas de computadoras, que contienen piezas de aluminio y cobre.
Aybar explicó que el negocio de la compra y venta de objetos viejos es, aunque no lo parezca, organizado y dijo que en el caso de electrodomésticos que tengan piezas de plástico, estas se desarman y distribuyen la parte de metal en las chatarreras y el plástico en los puestos que se encargan de comercializarlo, es decir, que hay un grupo que trabaja con metales, uno que se encarga de los plásticos y otros que tiene que ver con los colchones, los cuales los arreglan para revender o los desmantelan para reparar otras piezas.
“Un gran por ciento de individuos utiliza a los compradores de las guagüitas anunciadoras para deshacerse de los electrodomésticos que ya no les sirven; entonces por vía de estos negocios hasta se mantienen más limpias las calles, porque las personas no piensa en botarlos, sino en esperar a los compradores para hacer intercambios. Hablamos de que todos ganamos: las personas venden algo que ya no es útil para ellos y nosotros hacemos negocios con eso”, manifestó.
Mientras, el propietario de la metalera Génesis, Guillermo Guzmán, haciendo referencia al proyecto de ley sobre la exportación de metales, precisó que el gran problema que hay en el país es que se pretende eliminar el comercio de los sectores pobres y que podrían lograrlo si aceptan leyes que atenten contra los micronegocios de los barrios.
“La eliminación de toda producción nos llevará a un alto nivel de delincuencia, porque si no hay empleos las personas buscarán la manera de sustentar a los suyos. Han llevado a este país a ser consumista y nosotros somos un país pobre, que no tiene las condiciones de ser sólo turístico; somos una nación productora y necesitamos de todos los sectores de  negociación, desde el más ejecutivo hasta el más humilde”, añadió.
Señaló que las piezas, ya sean de metales o plásticas, luego de separarlas, son vendidas a las zonas francas especializadas en exportar estas mercancías. Enfatizó que a través de estas  es que se debe organizar el negocio de las chatarras, de manera que prohíban que cualquiera las comercialice, sino que tengan un orden y conocimiento de quienes venden  de forma legal y digna los metales, plásticos y demás.
Exportación
El encargado de la compra de metales de la zona franca especial Dacd Metal & Recycling Export S.A., David Santiago, informó que en el país existen alrededor de 50 empresas constituidas que pueden exportar metales, ubicadas en  Santiago, La Vega, Bonao, Santo Domingo, y otros lugares.
Explicó que en el procedimiento de la compra se pesan las mercancías y que ese tipo de material se recibe delante de las autoridades aduanales, los cuales diariamente verifican qué es lo que llega y qué se exporta. Refirió que además de los agentes aduanales cuentan con un personal que va separando y segregando y que, cuando el materia ya está listo para colocarlo dentro del contenedor, los agentes de Aduanas tiene que ir tomando fotos por cada contenedor que se va llenando y estos van haciendo un expediente.
Si el contenedor no se termina de llenar rompen el sello y continúan llenándolo, cuando está completamente lleno, se envía un reporte a Aduanas y con este ya se tiene la autorización para ser exportado.
“Usualmente las chatarras se exportan porque aquí no existe fundición para las que producimos. Cada material, un marco de ventana, una puerta de automóvil cuando choca, una verja de una casa cuando la remueven, no tenemos fundiciones que consuman este tipo de material. La única empresa que consumía aceros hace años era Metaldom, pero por los altos costos de electricidad decidieron importar palanquillas y con estas producen las varillas, entre otros materiales”, informó Santiago.
Aclaró que en el país se cuenta con fundiciones artesanales con las cuales se pueden hacer calderos, sillas de aluminio, piezas en metalmecánica, pero que no se tienen la capacidad instalada para trabajar todos los desechos que aquí se producen.  Señaló que usualmente exportan los metales a  países como Taiwán, China, Corea del Sur, en ocasiones pueden llegar a Brasil, España, y a Estados Unidos, en una minima cantidad.
“En el país hay un gran mercado informal, la comercialización de los metales comienza con un triciclo o una camionetita que anda por el sector anunciando y diciendo: compro lavadora vieja, nevera vieja, cama vieja, entonces esas personas si pueden reparar lo que compran lo repararan y revenden, sino pues lo desarman y venden la piezas en el mercado correspondiente  ya sea plástico o metales”, dijo.
Santiago indicó que el negocio de los metales es una cadena de negocios. “Los triciclos, pasan a las camioneticas, después pasan a los centros de acopio, luego están los mayoristas, que tienen camiones más grandes y le compran a los centros; entonces ahí estos reorganizan los desechos y los clasifican en plásticos, hierro, aluminio, níquel, entre otros. Por último se dirigen hacia los exportadores, que son quienes los venden a otros países”, expuso.
Enfatizó, además, que por la falta de organización y de conocimiento en el tema del reciclaje, las personas echan todos los desperdicios a la basura sin separarlos. Por esta razón dice  que hay una enorme cantidad de buzos en los vertederos que sacan los desechos de plásticos, de cartón, de papel y de metales, los cuales utilizan esto como forma de subsistir y mantener a sus familias.
En el caso de los plásticos, en el país hay un buen mercado. y existen industrias que hacen sillas, cubetas, poncheras, por lo que Santiago informó que un alto porcentaje de los plásticos que se preparan en el país, se quedan en el mercado local.
“En el caso de las lavadoras, son hechas con polipropileno y es ese el mismo material con el que se hacen las sillas plásticas. Aquí se recicla desde las botellitas de agua, de refrescos, botellones de agua, cubetas de pintura, las sillas rotas, todo lo que sea plástico”, precisó el comerciante.
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FORMA DE CONCIENTIZAR A LOS COMERCIANTES

En la zona franca especializada en exportación de metales, Dacd Metal & Recycling Export S.A. han implementado una manera de concientizar a los compradores de metales, en la medida de que no les compran cables de alta tensión, tapas de alcantarillas, cables de tendido eléctrico, cables de telecomunicaciones, rieles de tren, , tarjas, entre otras.
Con esta iniciativa la entidad pretende que las personas que toman estas piezas para venderlas, cesen su accionar.
“Es algo lógico y a la vez una forma de concientizar, porque si no le compramos estos materiales no querrán tomarlos, pues no obtendrán ningún beneficio de ellas, entonces creemos que esta es una forma efectiva para que quienes tienen el hábito de tomar cosas públicas para venderlas, se detengan, además de que nos protegemos de una posible sanción”, indicó David Santiago.
En planes de organización
El encargado de la compra de metales en Dacd Metal & Recycling Export S.A., David Santiago, precisó que el negocio de la compra y venta de los metales cada día se organiza más y que en los últimos tiempos se cuenta con el apoyo de varias entidades que quieren aportar al crecimiento cualitativo de este mercado.
Estas son: La Asociación Nacional de Metaleros de Republica Dominicana (Asonamerd), la Asociación de Recicladores y Exportadores Dominicanos (Adorexdo), y la Confederación de Recicladores de Materias Primas (Conferecicla), las cuales procuran limpiar el negocio de los metales de forma que, según indicó Santiago, denuncian los abusos que cometen algunos comerciantes y les retiran el apoyo a manera de castigo.
Refirió que el comercio de los metales no puede continuar siendo catalogado como una estafa, sólo porque algunos se han dado la tarea de engañar, robar y mentir a base del mismo. Además enfatizó  que se debe procurar el mejoramiento del medio ambiente y la concientización de una sociedad que maneje con claridad el tema del reciclaje.
“Una de las formas de mejorar la calidad ambiental en  nuestras comunidades es a través de los recursos humanos, mediante la utilización de un programa de recolección, clasificación planificada de esos desechos y su posterior venta a las empresas procesadoras. Además de sanear el ambiente con los recursos financieros provenientes de estas operaciones, los que se desempeñan en esta funcion pueden, de manera honrada, sustentar sus familias”, informó.
  Señaló que en la actualidad las empresas exportadoras compran y clasifican los desechos de chatarras y sólidos a los recolectores y centros de acopios, quienes a su vez, los venden a las empresas procesadoras de desechos, de esta forma, explicó, nace el proceso de reciclaje el cual genera fuentes de empleo y recursos económicos, entre otros.
“Nos motiva saber que hay muchas entidades dispuestas a que se cambie el concepto errado que se tiene del negocio de las chatarras, entonces hemos decidido que haremos todo lo que esté a nuestro alcance para que este mercado sea reconocido por los aportes que ofrece a la sociedad y por la ayuda de la creación de una conciencia de reciclaje en los residentes del país”, expresó.DE LISTIN DIARIO.COM.DO

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