El juez del Primer Tribunal de Atención Permanente del Distrito Nacional, Alejandro Vargas, dictó medida de coerción de un año de prisión a cumplir en la Penitenciaría Nacional de La Victoria contra Miguel Ángel Bautista (El Bola), Josaías Benjamín Mota Lorenzo (El Niño) y Máximo Darvin Almánzar, por el asesinato del rockero José Carlos Hernández en la madrugada del pasado sábado.
Antes de ofrecer sus motivaciones, y como es su costumbre al hacer una reflexión motivacional de sus decisiones, explicó que ese tipo de hechos, ocurren cuando se ha perdido el miedo a la ley.
Al referirse al caso que se juzgaba de manera cautelar, frente a la madre del hoy fenecido artista, María del Carmen Hernández, y de su tío, el exsenador Víctor Hugo Hernández, el magistrado dijo que al actuar sin temor a la ley, los tres implicados se apandillaron para cometer la acción que se les imputaba.
“Pero ahora él estará en paz. Es un hecho doloroso para la familia, pero él estará en paz, pero ustedes no, porque irán a la cárcel de La Victoria”, manifestó, de manera inusitada el juez. Vargas reflexionó que la muerte del joven refleja el nivel de perversidad que hay en la sociedad. Agradeció que en el país no exista la pena de muerte para que la gente pague por su conducta. Durante la audiencia, los imputados coincidieron en que hubo un incidente, pero aseguraron que no accionaron en contra del occiso. Previo a la audiencia se tuvo que sacar a algunos de los familiares de la víctima, porque intentaron agredir a los imputados.
Tras la salida del conocimiento de la coerción, los acusados dijeron que eran inocentes de los cargos que se les imputan. Mientras que la presentadora María del Carmen Hernández se mostró satisfecha con la decisión del magistrado.
La consternaciónLa consternación irrumpió en toda la sociedad cuando se difundió la noticia de la muerte a puñaladas, en la madrugada del lunes, del músico José Carlos Hernández, hijo del fallecido cantante de merengue Jochy Hernández y de la presentadora de televisión María del Carmen Hernández. Las versiones dan cuenta de que una mujer confundió a Hernández con uno de sus presuntos violadores, y que llegó a la discoteca Gustavo Live Pub, ubicada en la avenida Winston Churchill con José Amado Soler, con tres hombres que la emprendieron a puñaladas contra la víctima, al menos 27, según el Instituto Nacional de Patología Forense.
Un hombre llamado Jesús Mancebo decidió entregarse más tarde a las autoridades como uno de los participantes en el asesinato. Éste admitió haber estado presente en el bar donde se celebraba un concierto de rock duro en el momento del incidente, donde también resultó herido Oscar Alberto Ricart Arzeno. La Policía Nacional llevó a cabo su interrogamiento y pasará a disposición judicial. Además, las fuerzas de seguridad detuvieron a Josaías Benjamín Mota (“El Niño”) y Máximo Darvin Almánzar (“Wari”), que se encontraban presentes en la discoteca donde acaecieron los hechos, y buscan a dos personas apodadas como Dominic y Prototipo.
MADRE DE JOSÉ CARLOS HERNÁNDEZ CONFIADA
La madre del joven músico, José Carlos Hernández, declaró ayer que solo aspira a que se haga justicia en el caso, pero adelantó su confianza en que el ministerio público hará su trabajo.
El asesinato del hijo del fallecido cantante Jochy Hernández y de María del Carmen Hernández, fue un hecho de odio, según la fiscal del Distrito Nacional, Yeni Berenice Reynoso.
Descartó que se tratara de una confusión. Adelantó que el caso sería conocido este martes y que se pedirá prisión preventiva para los implicados, tal y como ocurrió.
Dijo que, según las investigaciones, los implicados en el crimen eran conocidos de Hernández, lo que fue confirmado por Oscar Alberto Ricart, quien fue herido en la trifulca y que la noche del pasado lunes fue llevado a la Fiscalía, junto a Cristy Lorena Sánchez, como testigos del caso.
“Los crímenes de odio se caracterizan por diferencias étnicas, raciales y religiosas”, dijo la fiscal.
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