EFE
Los restos de un joven dominicano que murió el viernes pasado a manos de un policía en Nueva York fueron sepultados ayer en medio de la indignación de sus familiares que reclaman justicia ante un hecho que las autoridades neoyorquinas han calificado de "trágico accidente".
El cuerpo de Reynaldo Cuevas, quien murió frente a la bodega donde trabajaba en El Bronx, fue enterrado en el municipio Santo Domingo Este, luego de que fuera traído al país la noche anterior.
"Nosotros queremos justicia, que esto no se quede así. La Policía en Nueva York tiene muchos casos de supuestos accidentes donde disparan sus armas sin averiguar nada", dijo a Efe Stacy Peña, quien procreó con Cuevas una niña de tres años.
La mujer explicó que los familiares directos del dominicano muerto están dispuestos a iniciar acciones judiciales contra el policía que segó la vida a su pariente.
"Él (policía) tiene que pagar por ese crimen, ya son muchos casos de inocentes que caen a manos de la Policía (en Nueva York), porque supuestamente ellos tienen licencia para disparar cuando quieran", agregó Peña.
Cuevas, de 20 años, viajó por última vez a República Dominicana hace seis meses para ver a su hija, reveló Peña.
De acuerdo a los datos ofrecidos por la policía de Nueva York, Cuevas murió después de que un policía le disparó al confundirlo con uno de los hombres que asaltaba la bodega donde trabajaba.
El dominicano salió del lugar detrás del propietario del establecimiento, quien alertaba a los policías de que dos sujetos habían asaltado su negocio. DE EFE
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