jueves, 11 de octubre de 2012

Joven que destruyó altar de la Basílica, es ebanista y ha tenido otros episodios de violencia TRATÓ DE LANZARSE DE UN PUENTE Y SU PADRE DICE QUE DEBE SER RECLUIDO EN UN CENTRO PARA ENFERMOS MENTALES


Familiares de Jorgito De la Rosa Caraballo, quien destruyó parte del altar de la Basílica de Higüey, dijeron que su hijo tenía que ser enviado a un centro para enfermos mentales y no al Centro de Rehabilitación y Corrección de Anamuya, donde lo envió  por tres meses el Juez de Atención Permanente de esta jurisdicción, como medida de coerción.
La medida de coerción fue impuesta por el juez Edwin Rijo acogiendo una solicitud que hicieran el magistrado Pedro Núñez y el abogado Baldomero Jiménez, éste último representante legal de la Iglesia Católica.
El ebanista Jorge de la Rosa de la Cruz, de 60 años, padre de Jorgito, dijo que  este es el tercero de sus ocho hijos, que también es ebanista y herrero, pero que tiene problemas mentales. 
 Indicó que cuando su hijo “se toma los medicamentos  es un hombre normal”. 
Los familiares del imputado dijeron no estar de acuerdo con la medida de coerción, ya que su pariente hace cuatro meses tuvo una recaída por los problemas mentales, y que además estuvo preso acusado de agresión por parte de su concubina.
Indicaron que,  en esa ocasión, Jorgito, padre de una niña de un año y tres meses, intentó quitarse la vida tirándose del puente sobre el rio Duey. Además de que trató de bloquear la entrada de los clientes a una tienda de artículos en la salida para El Seibo, entre otras acciones, como tratar de enterrar un pollo porque no se lo dejaban comer crudo.
“Esa crisis le comenzó cuando él (Jorgito) se arrepintió en una campaña que realizaron en el sector donde nosotros vivimos, en Villa Cerro. De ahí para adelante, al no llevar el tratamiento, se le cogió en la cabeza que era un guardián de Jehová que vino a defender el mundo, por lo que nosotros tratábamos de darle pastillas y él las votaba. Esperamos que la Iglesia Católica, representada por el Obispo Nicanor Peña Rodríguez, en vez de castigarlo debe perdonarlo porque Dios está para curar a los enfermos y no para dividir la religión”, expresó el padre del detenido.
De la Rosa Caraballo fue sacado ayer del tribunal escoltado.  El joven se mantenía diciendo que es un guardián de Jehová y se lanzaba al suelo de donde tenía que ser levantado.

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