Madrid.- La XXII Cumbre Iberoamericana comienza mañana en Cádiz (Sur) centrada en la crisis de la zona euro y en la necesidad de impulsar unas inversiones en América Latina, de las que España puede ser “eje vertebrador”, afirmó en una entrevista con Efe el ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo.
Para relanzar ese papel de España como “puente” entre Europa y Latinoamérica, en la cita de la capital gaditana participarán como invitados la alta representante de la UE para la política exterior, Catherine Ashton, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.
El propio presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, se encargará de plantear el análisis sobre la situación de la eurozona en sus contactos con los líderes de Latinoamérica, una región que ha logrado sortear la crisis en mejores condiciones que Europa.
El rey Juan Carlos I de España presidirá la cumbre y Rajoy se estrenará en este tipo de reuniones iberoamericanas, en cuya preparación se ha volcado el Gobierno y la Casa Real para evitar las numerosas ausencias de líderes registradas en ediciones anteriores.
En este ocasión, han excusado su presencia por diversos motivos cinco de los veintidós jefes de Estado y de Gobierno iberoamericanos: Venezuela, Cuba, Paraguay, Guatemala y Argentina.
García-Margallo rechazó cualquier “segunda intención” en la ausencia de la presidenta argentina, Cristina Fernández, que habló ayer con Rajoy para presentarle sus excusas por no asistir a la cumbre por recomendación médica.
“La presidenta argentina tiene, como todos tenemos, defectos y virtudes, pero una de sus virtudes es que es muy clara en sus expresiones. Si hubiese querido hacer un desaire a España lo hubiese dicho”, manifestó el ministro.
Descartó que su decisión esté relacionada con el conflicto que mantiene Repsol con YPF tras la expropiación de sus acciones en la petrolera argentina.
Tras recordar que en Cádiz estarán su vicepresidente y su ministro de Exteriores, García-Margallo aseguró que hay “muchas cosas que discutir con Argentina”, país que está además interesado en una declaración conjunta sobre la situación de las Malvinas.
La Cumbre se centrará, según el ministro, en la necesidad de establecer sinergias en la comunidad iberoamericana para crear empleo, impulsar el desarrollo de infraestructuras, sector en el que “España tiene mucho que decir” por el liderazgo de muchas de sus empresas, y fomentar la expansión internacional de las pymes como motor de crecimiento.
Al margen de las sesiones plenarias, se han organizado reuniones empresariales y foros de debate y en las agendas hay incluidas numerosas reuniones bilaterales de los líderes iberoamericanos.
Rajoy tiene previsto entrevistarse con los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos; Chile, Santiago Piñera; Honduras, Porfirio Lobo, y Ecuador, Rafael Correa, con quien podrá analizar las medidas aprobadas para limitar los desahucios que en muchos casos han afectado a ciudadanos ecuatorianos.
Por su parte, García-Margallo, hablará con el ministro de Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, sobre la situación del español Ángel Carromero, preso en Cuba tras ser condenado por un delito de homicidio en el accidente de tráfico que costó la vida a los opositores cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero.
Algunos de los mandatarios latinoamericanos comenzarán a aterrizar hoy en el aeropuerto de Jerez de la Frontera, próximo a Cádiz, y mañana continuarán las llegadas del resto de jefes de Estado y de Gobierno para inaugurar oficialmente la cumbre en el Teatro Falla de Cádiz.
Pero su primer encuentro tendrá lugar un poco antes en el Oratorio de San Felipe Neri, donde hace doscientos años fue proclamada la primera Constitución española e iberoamericana, “La Pepa”.
La Cumbre Iberoamericana cierra así una larga serie de actos organizados durante todo el año para conmemorar el bicentenario de la Constitución de Cádiz, un texto que sentó las bases de principios como el Estado de derecho, la soberanía nacional, la libertad individual, la separación de poderes y la igualdad jurídica.DE EFE
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