Antes de rezar el primer Ángelus de 2013, Ratzinger aseguró que los pacificadores son también los que tratan de vencer el mal con el bien
El papa Benedicto XVI
Ciudad del Vaticano.- El papa Benedicto XVI dijo este martes que "los pacificadores son muchos, pero no hacen ruido" y son todos aquellos que, día a día, tratan de vencer "el mal con el bien, con el poder de la verdad, con las armas de la oración y el perdón, con el trabajo honesto y bien hecho.
Al término de la Eucaristía en la solemnidad de María, Madre de Dios y la celebración de la 46ª Jornada Mundial de la Paz, Benedicto XVI se dirigió desde la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico Vaticano a miles fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro e un día frío y soleado.
Antes de rezar el primer Ángelus de 2013, el papa Ratzinger aseguró que los pacificadores son también los que tratan de vencer el mal con el bien mediante "la investigación científica al servicio de la vida y con obras espirituales y corporales de misericordia".
"Los pacificadores son muchos, pero no hacen ruido. Como la levadura en la masa, hacen crecer la humanidad según los designios de Dios", dijo Benedicto XVI el día en que se celebra la 46ª Jornada Mundial de la Paz.
Ocho días después de Navidad, cuando la Iglesia, como la Virgen María Madre, muestra al mundo al Niño Jesús, el Príncipe de la Paz, se celebra la Jornada Mundial de la Paz, señaló.
Sí -afirmó-, ese niño, que es el Verbo de Dios hecho carne, vino a dar a los hombres una paz que el mundo no puede dar. Su misión es romper el "muro que los separaba, la enemistad" .
Y cuando, a orillas del Mar de Galilea, Él proclama su "Bienaventuranzas", entre ellos dijo también "Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios", mantuvo.Y al preguntarse quiénes eran los pacificadores, el Obispo de Roma respondió: "todos aquellos que, día a día, tratando de vencer el mal con el bien".
En este primer Ángelus del año nuevo -recordó-, "pedimos a la Santísima Virgen María, Madre de Dios, que nos bendiga, como una madre bendice a sus hijos, que van de viaje".
"Un año nuevo es como un viaje: con la luz y la gracia de Dios, puede ser un camino hacia la paz para cada persona y cada familia, para cada país y para el mundo entero", finalizó.
Y tras rezar el Ángelus saludó a los allí congregados en ocho lenguas, entre ellas, la española.
Al término de la Eucaristía en la solemnidad de María, Madre de Dios y la celebración de la 46ª Jornada Mundial de la Paz, Benedicto XVI se dirigió desde la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico Vaticano a miles fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro e un día frío y soleado.
Antes de rezar el primer Ángelus de 2013, el papa Ratzinger aseguró que los pacificadores son también los que tratan de vencer el mal con el bien mediante "la investigación científica al servicio de la vida y con obras espirituales y corporales de misericordia".
"Los pacificadores son muchos, pero no hacen ruido. Como la levadura en la masa, hacen crecer la humanidad según los designios de Dios", dijo Benedicto XVI el día en que se celebra la 46ª Jornada Mundial de la Paz.
Ocho días después de Navidad, cuando la Iglesia, como la Virgen María Madre, muestra al mundo al Niño Jesús, el Príncipe de la Paz, se celebra la Jornada Mundial de la Paz, señaló.
Sí -afirmó-, ese niño, que es el Verbo de Dios hecho carne, vino a dar a los hombres una paz que el mundo no puede dar. Su misión es romper el "muro que los separaba, la enemistad" .
Y cuando, a orillas del Mar de Galilea, Él proclama su "Bienaventuranzas", entre ellos dijo también "Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios", mantuvo.Y al preguntarse quiénes eran los pacificadores, el Obispo de Roma respondió: "todos aquellos que, día a día, tratando de vencer el mal con el bien".
En este primer Ángelus del año nuevo -recordó-, "pedimos a la Santísima Virgen María, Madre de Dios, que nos bendiga, como una madre bendice a sus hijos, que van de viaje".
"Un año nuevo es como un viaje: con la luz y la gracia de Dios, puede ser un camino hacia la paz para cada persona y cada familia, para cada país y para el mundo entero", finalizó.
Y tras rezar el Ángelus saludó a los allí congregados en ocho lenguas, entre ellas, la española.
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