miércoles, 30 de enero de 2013

La popular música urbana dominicana, salpicada por denuncias de agresiones EN POCOS AÑOS HAN SURGIDO CANTANTES Y PRODUCTORES DE MÚSICA EN LOS BARRIOS MARGINADOS DE SANTO DOMINGO QUE HAN TENIDO ÉXITO


EFE
Santo Domingo
La fama alcanzada por algunos de los más conocidos intérpretes de música urbana dominicanos ha ido a la par con la violencia de género supuestamente ejercida contra sus parejas, quienes han logrado ser oídas por la Justicia y llamar la atención de una sociedad sacudida por este galopante flagelo.
El fenómeno de la música urbana en República Dominicana es de origen reciente y se ha extendido en amplios segmentos de la población joven, con influencias llegadas principalmente desde Puerto Rico y la comunidad latina de Nueva York.
En pocos años han surgido cantantes y productores de música en los barrios marginados de Santo Domingo que han tenido éxito con sus producciones de merengue de calle o violento, una variación rapidísima del ritmo tradicional, así como creaciones de "rap" y "hip hop", casi siempre ofensivas hacia la dignidad de la mujer o incitando a la violencia.
Para algunos de esos intérpretes, convertidos en ídolos de multitudes, esa violencia parece haber trasvasado el contenido de sus canciones, pues sus esposas, compañeras o amigas han denunciado ser víctimas de maltratos físicos y sicológicos.
El caso más reciente conocido públicamente involucra a la ganadora en 2009 del "reality show" Latin American Idol Martha Heredia y su esposo, el "Cantante de los raperos", Vakeró, uno de los más populares artistas locales de ritmos urbanos.
Heredia denunció a través de su cuenta de Twitter los supuestos abusos de Vakeró, quien fue procesado y enviado por ante un tribunal que le dictaminó tres meses de prisión preventiva que cumple en una cárcel donde al ingresar le cortaron por completo su melena rasta.
El escándalo suscitado entre ambos intérpretes colmó el interés de las redes sociales en el país con resultados favorables a Vakeró, que ha logrado posicionarse como víctima.
Antes de este caso, el cantante de merengue de calle, el controvertido Omega, debió pasar varios meses de prisión preventiva en la misma cárcel donde se encuentra Vakeró por agredir físicamente a una bailarina, la tercera acusación de ese tipo que recibió el "Fuerte", como se hace llamar.
También estuvo en prisión hace un par de años tras ser denunciado por golpear a su exesposa, y más tarde fue acusado de agredir a puñetazos a una empleada de un motel.
Omega ha recibido además querellas por incumplimiento de contrato, como fue la última acusación que se lanzó en su contra la semana pasada en la ciudad de Santiago (norte).
Don Miguelo, otro de los más conocidos músicos urbanos del país, fue remitido a la cárcel el año pasado por agredir físicamente a su exesposa, a la que también causó el escarnio de difundir imágenes íntimas de ambos por la Internet.
Otro incidente suscitado en torno a los cantantes de música urbana locales afectó al también muy popular "Sujeto", acusado por los padres de una menor de utilizarla como modelo de uno de sus vídeos, en franca violación a la ley.
Especialistas en la conducta humana consultados por medios de prensa locales han señalado que estas acciones obedecen a patrones aprendidos en el hogar y en las barriadas marginadas donde nacieron y crecieron rodeados de estrecheces, violencia y bajo nivel educativo.
La violencia intrafamiliar, y específicamente los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o excompañeros ha causado centenares de muertes en los últimos años en el país.DE EFE

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