lunes, 11 de febrero de 2013

Benedicto XVI Primer Papa que renuncia en 598 años


CIUDAD DEL VATICANO, 11 Feb 2013 (AFP) - El papa Benedicto XVI anunció el lunes que renunciará el 28 de febrero "por falta de fuerzas", una decisión que sorprendió al mundo y que abre un periodo inédito de transición en la Iglesia hasta Pascua, a finales de marzo, cuando se elegirá a un nuevo pontífice.
"Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio" de San Pedro, dijo Benedicto XVI en un discurso pronunciado en latín y seguidamente traducido a siete idiomas por la oficina de prensa del Vaticano.
"Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma (...) de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20.00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice", agregó.
Según el portavoz del pontífice, el padre Federico Lombardi, un cónclave se celebrará alrededor de la Semana Santa (del 24 de marzo al 1 de abril)."Para Pascua tendremos un nuevo Papa", agregó, explicando que Benedicto XVI no participará en este Cónclave, que se celebrará 15 o 20 días después de hacerse efectiva su renuncia.
Hace seis siglos que un Papa no renunciaba a su pontificado. En el siglo XIII Celestino V abandonó de forma voluntaria el cargo al no sentirse preparado para la función. En 1415, Gregorio XII decidió renunciar en un contexto completamente diferente al actual, ya que era la época del gran cisma de Occidente cuando la Iglesia tenía tres Papas que competían entre sí.
Benedicto XVI, que en los últimos meses ha aparecido más delgado, padece desde hace años de problemas cardíacos, lo cual le impide viajar a ciudades situadas a gran altitud y lo ha forzado a reducir su agenda de trabajo y sus compromisos públicos.
Su renuncia ha sorprendido y generado numerosas reacciones en todo el mundo. La propia Iglesia y sus cercanos colaboradores dieron a entender que tampoco estaban al corriente de la decisión.
Ha sido "un trueno en un cielo sereno", admitió el veterano cardenal Angelo Sodano, por años el número dos de la Santa Sede.
La decisión histórica del Papa abrió también las apuestas sobre su sucesor y varios nombres comenzaron a sonar con fuerza como por ejemplo el cardenal de Ghana Peter Turkson, el cardenal italiano Angelo Scola o el canadiense Marc Ouellet, además de varios representantes de la iglesia latinoamericana.
Benedicto XVI, que en un libro entrevistas publicado en el 2010 había reconocido que renunciaría en caso de incapacidad física o mental, tiene previsto retirarse primero a la finca veraniega de Castel Gandolfo, en las afueras de Roma, para luego trasladarse a un monasterio dentro de los muros de la Ciudad del Vaticano.
Alemania, su país de nacimiento, expresó su "respeto" y "gratitud" al Papa tras el anuncio de su dimisión.
La decisión "ha sido meditada y tomada con total libertad", señaló por su parte Lombardi. Según el portavoz, "nadie le sugirió (hacer este anuncio) ni le obligó a hacerlo".  "El Papa sintió cómo sus fuerzas disminuían en los últimos meses y tuvo la lucidez de reconocerlo", agregó.
Joseph Ratzinger, prestigioso teólogo alemán que adoptó el nombre de Benedicto XVI tras asumir el papado en 2005 en reemplazo del carismático Juan Pablo II, había presidido por casi un cuarto de siglo, desde 1981, la célebre Congregación para la Doctrina de la Fe, el ex llamado Santo Oficio de la Inquisición.
En el trono de San Pedro, ha sido un férreo defensor de la ortodoxia católica y un tradicionalista que trató de reconciliar al mundo de la fe y de la razón en una Iglesia confrontada a numerosos escándalos, como el de la pedofilia.
Rehusó en particular cualquier modificación a las posturas tradicionales de la Iglesia en materia de aborto, eutanasia, divorcio u homosexualidad, aunque admitió el uso del preservativo, en casos específicos, para evitar la propagación del sida.
OTROS QUE HAN RENUNCIADOS
El último de los cuales fue Gregorio XII (1406-1415) en el siglo XV. 
El primero fue el papa Clemente I (del 88 al 97) quien renunció a favor de Evaristo, porque tras ser arrestado y condenado al exilio decidió que los católicos no se quedasen sin un guía espiritual.
  Igualmente, el papa Ponciano (230 al 235) dejó su cargo a favor del papa Antero al haber sido enviado al exilio, mientras que el Papa Silverio (536 al 537) fue obligado a renunciar a favor del Papa Vigilio.
  Más complicada fue la historia de Benedicto IX (del 10 marzo al 1 de mayo de 1045), pues en un primer momento renunció a favor de Silvestre III y después retomó el cargo para pasarlo a Gregorio VI, quien fue acusado de haberlo adquirido ilegalmente y decidió también renunciar.
  El caso más conocido fue el del papa Celestino V, quien ha pasado a la historia como el pontífice del “gran rechazo”, pues su pontificado duró del 29 de agosto al 13 de diciembre de 1294 y después se retiró a una vida de eremita.
 Tras su renuncia fue elegido Bonifacio VIII.
  El último papa que renunció fue Gregorio XII (1406 a 1415), que vivió el llamado Cisma de Occidente, en el que coincidieron tres papas al mismo tiempo- además de Gregorio XII, el papa de Roma; Benedicto XIII, el papa de Avignon, y el llamado “antipapa” Juan XXIII.
  Con el concilio de Constanza, el emperador Segismundo obligó a dimitir a los tres pontífices, pero sólo Gregorio XII obedeció y después de él fue elegido Martín V.
 DE  AFP

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