Con muchas expectativas en torno al futuro del tren gubernamental, el país despertó a un nuevo aniversario de su Independencia Nacional.
La proclamación de la Independencia se realizó sin la presencia de Juan Pablo Duarte, ideólogo y fundador de la sociedad secreta La Trinitaria.
Aunque el gobierno haitiano desarrolló una serie de medidas, tildadas de avanzadas para la sociedad de la época, el mismo hecho de ser un régimen de ocupación aperturó grandes diferencias entre ambos pueblos que terminaron con la declaración de la Independencia Nacional, el 27 de febrero de 1844.
El 16 de julio de 1838, Juan Pablo Duarte fundó La Trinitaria, con la finalidad de dar a conocer las ideas independentistas y liberales que había cultivado en sus años de estudios en Europa.
Los miembros fundadores de la entidad, además de Duarte, fueron: Juan Isidro Pérez, Félix María Ruiz, Felipe Alfau, José María Serra, Juan Nepomuceno Ravelo, Jacinto de la Concha, Pedro Alejandrino Pina y Benito González.
La organización actuaba en la clandestinidad y se estructuraba en células de tres personas llamadas "iniciados", respondiendo a un seudónimo, señala el historiador Emilio Rodríguez Demorizi.
Los integrantes de la institución implementaron una vasto trabajo educativo en relación a los ideales nacionalistas e independentistas, para lo que establecieron las sociedades culturales La Filantrópica y La Dramática, instrumentos que utilizaron para hacer obras teatrales en las que se representaba la lucha contra la opresión de otras naciones.
Simultáneamente, el sentimiento nacionalista aumentaba en la parte Este de la isla y los trinitarios consolidaban su influencia, mientras en Haití la oposición a Jean Pierre Boyer se estructuró en torno a la "Sociedad de los Derechos del Hombre y del Ciudadano", conocida como el movimiento de "La Reforma".
Los trinitarios enviaron a Haití, primero a Juan Nepomuceno Ravelo y después a Matías Ramón Mella con el objetivo de negociar con Charles Hérard el respaldo a los opositores, llegando a colaborar en el aspecto político y en la lucha armada para derrocar a Boyer.
Al mismo tiempo, Juan Pablo Duarte organizaba, en la parte Este, las juntas populares o municipales llamadas a conformar las nuevas autoridades, ya que Hérard se había comprometido a convocar una Asamblea Constituyente y a celebrar elecciones en la isla.
Además, salieron a escena los grupos pro españoles encabezados por los sacerdotes Gaspar Hernández y Pedro Pamiés; los pro franceses, con Manuel Joaquín Delmonte y Buenaventura Báez, y en menor grado, un minúsculo grupo pro inglés que operaba en Azua.
El éxito conseguido por los trinitarios en todas las demarcaciones del lado dominicano, en las elecciones de junio de 1843, provocó que Charles Hérard decretara su persecución, ordenando el arresto de Mella, José Joaquín Puello, Juan Nepomuceno Ravelo, Pepillo Salcedo y Esteban Roca, quienes fueron encarcelados en Puerto Príncipe.
Asimismo, frente al asedio, Juan Pablo Duarte tuvo que escapar y exiliarse en Venezuela.
La Independencia
Con el liderazgo de Francisco del Rosario Sánchez, los trinitarios se reorganizaron y avanzaron en los preparativos de la declaración de independencia, aprovechando la sólida oposición que había surgido en Haití por parte de la oligarquía pro Boyer.
El 27 de febrero de 1844 fue proclamada la indepedencia nacional, e inmediatamente pasaron a la Puerta de El Conde, donde Francisco del Rosario Sánchez izó la bandera nacional y se leyó y juró el Acta Constitutiva del Estado Dominicano.
Al día siguiente, 28 de febrero, los haitianos capitularon, dando paso a la formación de la primera junta gubernativa, presidida por Francisco del Rosario Sánchez.
El 16 de enero de 1844, los trinitarios hicieron público el documento la "Manifestación de los pueblos del Este de la Isla antes Española o de Santo Domingo, sobre las causas de su separación de la República Haitiana", considerado éste como el acta de independencia.
El nuevo Estado tendría por objeto un gobierno democrático, abolición de la esclavitud, igualdad ciudadana sin distinción de origen y nacimiento, libertad de imprenta, promoción de la enseñanza, amnistía política, conservación de los grados militares obtenidos en el ejército haitiano, protección de la agricultura, la ciencia y el comercio, la emisión de una moneda con garantía real y el establecimiento del catolicismo como religión. (tomado de Elcaribe.com.do)
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