La emperatriz de Japón, Michiko, ha visitado en el Instituto Cervantes de Tokio una exposición centrada en una serie de trabajos del pintor dominicano Freddy Rodríguez dedicada a las víctimas del tsunami que golpeó el país en 2011.
Michiko, que acudió ayer a la muestra, pidió explícitamente que la visita se mantuviera en secreto hasta el día siguiente, al tratarse de una actividad privada y no de un acto oficial, explicaron a Efe fuentes del Instituto Cervantes.
La emperatriz solicitó, por interés personal, acudir a la exposición, que consta de 22 cuadros y se titula "Impredecible", después de que el embajador de República Dominicana en Japón, Pedro Vergés, le detallara el contenido de la misma en un acto en el que ambos coincidieron.
El propio Freddy Rodríguez, en compañía de su esposa, de Vergés y del embajador de España en Japón, Miguel Ángel Navarro, recibieron personalmente a Michiko, de 78 años, para que disfrutara de la muestra.
"Fue muy amigable, muy cordial y demostró una gran dulzura", explicó a Efe Freddy Rodríguez, que preparó una presentación en inglés para la emperatriz.
Sin embargo, más que una presentación, "fue en realidad un diálogo, ya que se interesó mucho por la parte emocional y la parte técnica de los cuadros", detalló Rodríguez, que se mostró también encantado de que Michiko decidiera extender su estancia al doble del tiempo inicialmente estipulado para no perder detalle de las obras.
Rodríguez consideró como "un momento muy importante" para la República Dominicana y para su trayectoria profesional esta visita, y volvió a recalcar la gran amabilidad de la representante del trono del Crisantemo, que les invitó a él y a su mujer "a permanecer en Japón para ver el florecimiento de los cerezos".
Cuando se produjo el terremoto el 11 de marzo Rodríguez, residente en Nueva York, trabajaba en una serie de obras pintadas con compresor de aire y basadas en las constelaciones.
El pintor, que vivió muy de cerca el ataque a las torres gemelas y estuvo en contacto directo con los familiares de las víctimas del accidentado vuelo 587 al ser el encargado de concebir el monumento memorial, dijo sentir el dolor que causó el desastre en Japón como algo cercano y quiso modificar y dedicar estas obras a las víctimas.
Antes de que las piezas se secaran Rodríguez empleó unos cartones "para desbaratarlas en cinco minutos, igual que hizo el tsunami con todas esas vidas y esa civilización". DE EFE
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