El presidente de EEUU, Barack Obama, concluyó hoy su visita a Israel y Palestina con el mensaje de que "la paz es posible" y el logro de haber contribuido al restablecimiento de las relaciones entre Israel y Turquía.
Minutos después de que el Air Force One abandonara el aeropuerto Ben Gurión, de Tel Aviv, la Oficina del Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunciaba en un comunicado el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Ankara.
"El primer ministro, Benjamín Netanyahu, habló hoy con el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogán, y ambos acordaron restablecer la normalización entre Israel y Turquía, incluido el envío de embajadores y la cancelación de las medidas judiciales contra soldados del Ejército israelí", se indica en la nota.
Los lazos entre los dos países quedaron suspendidos tras el asalto en mayo de 2010 por comandos israelíes a la llamada "Flotilla de la libertad", que zarpó de Turquía con destino a Gaza, que dejó nueve ciudadanos turcos muertos.
De acuerdo con la nota, Netanyahu le transmitió a Erdogan que ha tenido "buenas conversaciones con Obama sobre cooperación regional y la importancia de las relaciones entre Turquía e Israel", y lamentó "la crisis en las relaciones turco-israelíes".
También se comprometió a resolver las diferencias entre los dos países con el objetivo de traer "estabilidad a la región".
Sobre la flotilla, Netanyahu aclaró a Erdogan que las "trágicas consecuencias en el Mavi Marmara (principal barco interceptado) no fueron intencionadas" y lamentó "la pérdida de vidas" en el asalto.
La llamada telefónica entre los dos dirigentes tuvo lugar durante la entrevista que Netanyahu y Obama mantuvieron hoy en Jerusalén y que retrasó la agenda del presidente estadounidense.
La Casa Blanca emitió un comunicado oficial en el que señala que "Estados Unidos destaca profundamente su cercana asociación tanto con Turquía como con Israel, y da gran importancia a la restauración de relaciones positivas entre ellos para avanzar en la paz y seguridad regional", informó el diario "Haaretz".
Poco antes, Obama concluía su visita de tres días a Israel y Palestina, la primera desde que llegó a la Casa Blanca, en 2009, con la que ha tratado de dar un impulso renovado al proceso de paz, paralizado desde 2010.
Pese a que cada parte difiere en su entusiasmo a la hora de calificar la visita, -pues en Israel se dan por muy satisfechos, mientras que funcionarios palestinos no ocultan su decepción por no haber escuchado duras condenas a la política de asentamientos judíos en Cisjordania-, Obama ha trasladado el mensaje de que la paz es posible y la negociación es el camino.
Antes de ser despedido por Netanyahu y el presidente israelí, Simón Peres, en un breve acto en Tel Aviv, viajó a la ciudad cisjordana de Belén para una visita privada a la Basílica de la Natividad, donde estuvo acompañado por el presidente palestino, Mahmud Abás; la alcaldesa, Vera Babún, y diversos líderes religiosos.
En declaraciones a la agencia palestina Maan, Babún expresó su desconcierto por la brevedad de la estancia de Obama en Belén, aunque recalcó que "es importante que venga, vea y escuche porque necesitamos hechos".
Durante toda la jornada la agenda se vio retrasada por el mal tiempo, lo que obligó a Obama a desplazarse en automóvil en lugar de helicóptero y atravesar un puesto de control militar israelí junto a la barrera de separación en Cisjordania, que a la altura de Belén es un muro de unos 8 metros.
Los organismos de seguridad palestinos habían tomado los tejados de los edificios que rodean la plaza de la basílica y destacaron cientos de policías en calles adyacentes, que estuvieron cortadas varias horas.
La plaza estuvo cerrada a la prensa, que fue expulsada por la fuerza del lugar minutos antes de que llegase Obama.
Musa Barhum, un peluquero de Belén de 66 años, se mostró convencido de que "Obama está tratando de ayudar a Palestina y a Israel, para que haya paz".
Sin embargo, su vecino Jalil Habez aseguró que el viaje del presidente de Estados Unidos a la zona "no va a lograr ningún cambio" ya que "es una mera propaganda de los (norte)americanos con los israelíes".
A primera hora, Obama visitó el Museo del Holocausto de Jerusalén (Yad Vashem), donde aseguró que la creación del Estado de Israel en 1948 no fue producto del Holocausto, y rindió tributo ante las tumbas de del ideólogo del Estado judío, Teodoro Herzl, y del asesinado primer ministro israelí, Isaac Rabin.DE EFE
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