jueves, 23 de mayo de 2013

Elefantiasis cambia la vida de un agricultor en El Seibo SILVESTRE CAYETANO, 53 AÑOS DE EDAD, CUENTA CÓMO HA VIVIDO CON ESTA ENFERMEDAD DESDE HACE SIETE AÑOS

El Seibo
Silvestre Cayetano, 53 años de edad, siempre vivió de cultivar la tierra, pero hace siete años que un mosquito de humedales le cambió la vida para siempre, al dejarlo infectado con el parásito causante de la enfermedad conocida como elefantiasis, que ahora cada día que pasa le hace crecer sin parar su brazo derecho.
La enfermedad, que adquirió a finales del 2006 en los humedales de Juanillo en Higüey, mientras laboraba construcción en los hoteles, no lo ha amilanado, pero sostiene que su vida ya no es la misma y pide ayuda para cambiar su estado de salud.
El caso de Silvestre se podría considerar como atípico, ya que generalmente esta enfermedad ataca las extremidades inferiores y genitales, pero él fue afectado en una de las extremidades superiores. Su brazo pesa unas 40 libras.
Confiesa que ha recorrido todos los pueblos del Este en busca de ayuda para quitarse la mano pesada, que dice le ha limitado su vida a grado tal, que niños y mujeres se atemorizan cuando le ven el brazo porque creen que es un monstruo.
“Este brazo grande ha marcado mi vida y aunque no me avergüenzo de lo anormal de mi brazo. Me preocupa porque soy un cuco e inflijo miedo en niños y mujeres”, manifestó el agricultor.
Vive en una montaña del distrito municipal de Pedro Sánchez, en El Seibo, en una   choza que le prestó un cuñado para alojarse en las noches, porque el día lo pasa caminando. “Buscando a alguien que pueda quitarme esta pesada cruz que cuelga en mi brazo”, expresó.
Silvestre tiene la esperanza de sanarse y tener un pedazo de tierra para volver a sembrar como anteriormente lo hacía.
Teme que la enfermedad pueda cruzar a su otro brazo o las extremidades inferiores y dejarlo paralítico.  
 “A veces siento un dolor en el brazo que me obliga a revolcarme en el suelo. Ya los antibióticos no me surten efecto, por lo que debo soportar el dolor hasta que ceda”, manifiesta Silvestre.
Dijo tener la esperanza de que alguien del gobierno o una fundación puedan socorrerlo para sanar su brazo y así poder hacer su vida normal, dedicada al trabajo.
La estrechez económica ha agravado más su situación de salud, ya que el dinero que consigue tiene que distribuirlo entre los medicamentos y su alimentación.
Aconsejó a hombres y mujeres a no estar en lugares fangosos, para que no estén expuestos a la picada del mosquito causante de transmitir la elefantiasis.
Pidió a cualquier ciudadano o funcionario que se conmueva con su caso llamar al teléfono 809- 206-2532.
Sobre la elefantiasis
La elefantiasis es un síndrome caracterizado por el aumento de algunas partes del cuerpo, especialmente de las extremidades inferiores y de los órganos genitales externos.
También causa malformación de huesos, la cual va deformando el cuerpo hasta donde la deformación lo permita.
Puede producirse por diversas enfermedades inflamatorias persistentes, y muy especialmente por los parásitos de los países cálidos del grupo de la filaria.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo se registra más de 1300 millones de personas de 72 países en riesgo de sufrir filariasis linfática, generalmente conocida como elefantiasis.
Informa que en la actualidad hay más de 120 millones de personas infectadas, y unos 40 millones están desfiguradas e incapacitadas por la enfermedad.
La elefantiasis puede alterar el sistema linfático y producir una hipertrofia anormal de algunas partes del cuerpo, dolor y discapacidad grave.

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