Estados Unidos se encuentra, si hoy no lo evita el Congreso, a sólo unas horas de que se declare la paralización parcial de la Administración federal, lo que podría costar más de 1.000 millones de dólares a las arcas públicas, según la Casa Blanca.
A la medianoche de hoy termina el año fiscal y se agotan los fondos para las actividades no esenciales del Gobierno, mientras republicanos y demócratas están lejos de llegar a un acuerdo en el Congreso para evitar la primera paralización federal en más de 17 años, desde enero de 1996.
La Cámara de Representantes, de mayoría republicana, aprobó el domingo un proyecto presupuestario que extiende los fondos para la Administración hasta el 15 de diciembre, pero al mismo tiempo exige un retraso en la implementación de la reforma sanitaria, una demanda que la Casa Blanca y los demócratas consideran inaceptable.
El Senado prevé reunirse hoy a partir de las 18.00 GMT y el líder de la mayoría demócrata en esa Cámara, Harry Reid, ya ha adelantado que no permitirá un respaldo a la propuesta aprobada el domingo.
Lo que sí se espera es que el Senado apruebe hoy una propuesta de la Cámara Baja que garantizaría que se siga pagando a los militares en caso de que se paralicen temporalmente algunas actividades.
El presidente de EEUU, Barack Obama, ha sido muy claro en los últimos días y ha subrayado que no permitirá que los republicanos usen la reforma sanitaria, uno de los mayores logros de su mandato, como chantaje para autorizar los fondos que necesita la Administración para seguir funcionando.
El desmantelamiento de esa reforma sanitaria, promulgada en 2010, "no va a ocurrir", advirtió Obama el viernes, en vísperas de que este martes entre en vigor una disposición clave de la ley con la apertura de los llamados "mercados de seguros médicos".
Obama mantendrá esta tarde una reunión con los miembros de su gabinete en la Casa Blanca para analizar los últimos acontecimientos del debate presupuestario y medidas ante la posible parálisis de algunas actividades del Gobierno.
Según una encuesta de la cadena CNN divulgada hoy, un 46 por ciento de los estadounidenses culparía a los republicanos del Congreso si el cierre del Gobierno finalmente se produce, mientras que un 36 % consideraría responsable a Obama y un 13 % a ambas partes por igual.
Además, seis de cada 10 encuestados creen que una paralización de las actividades de la Administración federal perjudicará al país.
El sondeo se realizó del 27 al 29 de septiembre con entrevistas telefónicas a 803 adultos en todo el país y tiene un margen de error de +/- 3,5 puntos porcentuales. DE EFE
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