El sismo de 6,9 grados de magnitud en la escala de Richter registrado hoy en la región Arequipa, al sur de Perú, ha causado el derrumbe de un número indeterminado de casas, rajaduras de paredes y hundimiento de vías en varios distritos de la provincia de Caravelí, epicentro del movimiento telúrico.
El alcalde de la provincia de Caravelí, Santiago Neyra, informó a Radio Programas del Perú (RPP) de que no se ha reportado ninguna víctima, pero sí se ha producido la caída de "algunas casas" de adobe.
Asimismo, en el distrito de Chala se ha producido el hundimiento de una parte de la carretera Panamericana Sur, lo que ha provocado el corte del tránsito en dos kilómetros de esa importante vía, según confirmó la Policía de Carreteras.
Por su parte, el director de Preparación del Instituto Nacional de Defensa Civil, Alberto Bisbal, informó a RPP que hay al menos una casa derrumbada en el distrito de Acarí, de la provincia de Caravelí.
Por su parte, el director de la escuela 40262 de Acarí, Nilhuar Escobedo, informó a RPP de que el terremoto ha causado la voladura de vidrios y rajadura de paredes del colegio en varias aulas y un auditorio.
Hasta el momento no se han registrado heridos, pero la Policía peruana se acercó para ayudar a la evacuación de los 400 alumnos, agregó Escobedo.
Además, Escobedo declaró que todavía "hay bastante pánico y preocupación" entre los vecinos porque hay rumores de que algunas viviendas se han caído en la zona norte de Acarí, vecino al distrito de Lomas, epicentro del temblor.
El temblor se sintió a las 11.42 hora local (16.43 GMT) en Arequipa y varias ciudades del país como Lima, Moquegua, Ica, Tacna y Huancavelica.
De acuerdo al reporte del Instituto Geofísico Peruano (IGP), el epicentro del sismo estuvo a 64 kilómetros al sur del distrito de Lomas, provincia de Caravelí, en la región Arequipa, a una profundidad de 30 kilómetros.
Además, el portal del diario El Comercio informó de derrumbes en las faldas del volcán Chachani, en Arequipa.
El último terremoto de gran magnitud, de 7,9 grados, se produjo en 2007 en Ica con el saldo de 500 muertos y millonarias pérdidas económicas. DE EFE
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