Los yacimientos de carbonato de calcio concentrados principalmente en Barahona e Independencia, y en menor cantidad en otras provincias de la región Sur, representan una excelente oportunidad de negocio para la exportación en la empobrecida zona, afirmó Alexander Medina, director general de Minería.
Países desarrollados han limitado el uso del mineral de manera artificial y exigen su empleo natural en la industria farmacéutica y alimenticia, señaló.
El funcionario indicó que actualmente Minería estudia siete solicitudes de concesión para exploración del mineral: tres en Barahona y las demás en Neiba, Postrer Río, Duvergé y Jimaní.
Solicitudes. Hasta finales de agosto, Minería recibió 350 solicitudes de concesiones de exploración. Del total, 171 de minerales metálicos, principalmente oro, cobre, plata, plomo y zinc, y el resto minerales no metálicos que sirven como agregados para la industria de la construcción, como caliza, yeso, mármol y arcilla.
Ramón Morrobel, subdirector de fiscalización de Minería, explicó que además de Miches, donde hay una elevada concentración de oro aluvial, los yacimientos más grandes están en la formación Tireo, que se desplaza a lo largo de la cordillera Central, mayor zona de prospección minera de oro de la isla.
Al respecto, observó que debido a la cantidad de áreas protegidas que hay en la cordillera, las empresas que solicitan concesiones para exploración han establecido su búsqueda en la periferia de los parques nacionales. Medina dice que la provincia Sánchez Ramírez posee la concentración más grande de oro de el país y quizás de la región, por lo que se da un principio de la minería: “donde otro encontró, yo encontraré”, que ha desatado una inmensidad de solicitudes para explorar la zona de Pueblo Viejo y Maimón, en Monseñor Nouel.
Hay dos tipos de solicitud, para persona física y personas morales o compañías que especifican los requisitos necesarios para obtener la concesión de exploración.
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