El obispo de la diócesis de Limburgo Franz-Peter Tebartz-van Elst, denominado por la prensa alemana "el obispo del lujo", se enfrenta a crecientes peticiones de renuncia después de que salieran a la luz versiones que sostienen que la construcción de su residencia oficial pasó de los tres millones de dólares proyectados a casi US$50 millones.
El obispo Franz-Peter Tebartz-van Elst, cuya diócesis incluye la capital financiera alemana Frankfurt, recibió la visita de representantes del Papa para hablar sobre sus gastos.
Su comité de sacerdotes locales ha dicho que debe irse tras las denuncias de que trató de esconder gastos.
"Con esta campaña queremos dar a los creyentes la oportunidad de estar en contacto con el obispo y decirle lo que piensan e invitarle a dar un paso atrás. Porque 31 millones (de euros) es suficiente, creemos que ha cruzado una línea roja y por eso pedimos su renuncia", afirmó el exdirector del Centro Comunitario Católico de Frankfurt Patrick Dehm.
Los reclamos de Demh, quien fue destituido por el obispo y ahora lidera la campaña para pedir su renuncia, han sido replicados por muchos feligreses que consideran que el comportamiento de Tebartz-van Elst no va acorde con los vientos de cambio impulsados por el papa Francisco.
"Como católico, es algo que no encaja en absoluto con los tiempos actuales, ese enorme proyecto impulsado por la iglesia. La función de una iglesia como la que promueve el Papa hoy es de humildad y dar ejemplo y nada más. Esto ya no encaja, ya no estamos en la Edad Media", afirma uno de sus feligreses, Rainmund Champert.
"Sinceramente creo que es una vergüenza lo que está pasando. Ese dinero se podría haber invertido en otra cosa", añade su esposa Roswitha Champert.
Acusaciones
Además de la vivienda, se alega que sus gastos considerados excesivos previos incluían boletos aereos de primera clase para visitar un hospicio infantil en India.
Por el momento, la iglesia católica alemana ha lanzado una investigación por las acusaciones de mala gestión económica.
El portavoz de la diócesis, Martin Wind, afirmó que el obispo está preparado para hablar de las acusaciones.
No obstante, dijo que está esperando a que se nombre a una comisión para revisar sus gastos para presentar su informe.
"El obispo habló de eso en un sermón, pidió fe y paciencia hasta que el informe aparezca, como fue acordado. Además ha señalado su deseo de hablar, algo que siempre ha hecho", sostuvo Wind.
El corresponsal de la BBC Damien McGuinness señala que el caso del obispo de Limburgo destaca especialmente ahora por el contraste con el mensaje del papa Francisco quien ha dicho querer una "iglesia para los pobres" y que ha pedido a los sacerdotes que vivan de forma austera.
Además, el escándalo se produce en un país que ha sido fuertemente golpeado por las acusaciones de abusos sexuales a niños en el seno de la Iglesia.
"Así que los críticos de la Iglesia han saltado con ira por este último escándalo financiero, con titulares que hablan de un palacio episcopal ostentoso y decorado. De hecho, la residencia es parte de un moderno complejo de edificios y una capilla", explica McGuinness.
En su declaración de impuestos, los católicos alemanes pagan un impuesto obligatorio a la Iglesia, por lo que muchos se han visto sorprendidos por las acusaciones.DE BBC MUNDO
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