Representantes del gobierno de República Dominicana negaron el miércoles la realización de expulsiones arbitrarias de su territorio de dominicanos y/o inmigrantes por cuestiones raciales, y cuestionaron la veracidad sobre la nacionalidad de algunos de las presuntas víctimas de un caso que analiza la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) en su contra por una presunta deportación masiva irregular.
En el segundo y último día de una audiencia pública realizada en la ciudad de México, los representantes dijeron ante los jueces de la CorteIDH que en el caso en contra del Estado dominicano no se ha presentado ninguna prueba fehaciente de las supuestas deportaciones ocurridas hace más de una década y rechazaron también que exista una política gubernamental de discriminación racial institucional como alegan las organizaciones que llevaron la denuncia ante el tribunal interamericano.
La CorteIDH analiza el caso conocido como "Tide Méndez y otros vs. República Dominicana", relacionado con la expulsión de 27 personas, y que es presentado como muestra de un patrón de discriminación racial y supuestas violaciones a los derechos humanos cometidas durante redadas y repatriaciones masivas en la década de 1990 y que se extendería hasta la fecha.
La víspera, un hombre que se identificó como William Medina Ferreras y que dijo ser dominicano, relató cómo hace casi 13 años fue deportado junto con su familia. Dijo que pese a mostrar fotocopias de su cédula de identidad y acta de nacimiento que lo acreditaban como dominicano, fue expulsado por ser confundido como haitiano.
El Estado dominicano presentó el miércoles los alegatos orales a su favor y en un giro inesperado sus representantes mostraron un video con testimonios de presuntos miembros de la familia Medina Ferreras, quienes tras ser interrogados por una funcionaria sobre si reconocen como su hermano a William aquellos responden que no.
En la grabación se ve y escucha a una mujer que se identificó como Argentina Medina Ferreras decir "no sé por dónde es mi hermano" y agregar que llegó a ver a quien se identificó ante la CorteIDH como William, pero que lo conocía por otro nombre y que era haitiano.
Los representantes de la víctima cuestionaron la validez del video y el presidente de la CorteIDH, Diego García-Sayán, aclaró que el haberlo escuchado durante la audiencia no implica que vaya a ser aceptada como prueba, lo cual valorarán con posterioridad.
Tras la conclusión de la audiencia pública la Corte Interamericana no emitirá ninguna sentencia, debido a que las partes aún pueden entregar más alegatos por escrito. El fallo del tribunal ocurrirá con posterioridad y para ello no tiene un plazo.DE AP
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