El procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, ordenó ayer investigar la revelación sobre un presunto pago de soborno a las autoridades dominicanas para el contrato de compra a Brasil de ocho aviones Super Tucanos.
El jefe del ministerio público apoderó de la investigación a la directora de la Procuraduría Especializada contra la Corrupción, Laura Guerrero, a fin de determinar si hubo soborno en la compra de los aviones, adquiridos con préstamo de 93,7 millones de dólares, aprobado por el Congreso Nacional.
“Hemos dispuesto una investigación sobre el presunto soborno que recibieron las autoridades dominicanas para la compra de los aviones Super Tucanos, y apoderamos a la Procuraduría Especializada contra la Corrupción”, declaró Domínguez Brito, tras ser consultado por LISTÍN DIARIO.
De acuerdo a documentos legales obtenidos por la agencia Reuters, las autoridades de Estados Unidos y de Brasil están investigando si Embraer S.A. sobornó a funcionarios de Argentina y de República Dominicana a cambio de contratos para vender aviones comerciales y de defensa. En una información publicada para Sao Paolo y Washington, la agencia de noticias Reuters establece que las investigaciones involucran la venta de 20 aviones de pasajeros a la aerolínea estatal argentina, con un valor de unos 900 millones de dólares, según los precios de venta de Embraer, y un acuerdo por 92 millones de dólares con las Fuerzas Armadas de República Dominicana por ocho aviones ligeros de ataque Super Tucano.
Proyecto
El proyecto fue impulsado por las Fuerzas Armadas, que defendió la necesidad de adquirir los aviones para resguardar el espacio aéreo y las costas nacionales ante el avance del narcotráfico internacional, que utiliza al país como puente de sus operaciones.
El proyecto fue impulsado por las Fuerzas Armadas, que defendió la necesidad de adquirir los aviones para resguardar el espacio aéreo y las costas nacionales ante el avance del narcotráfico internacional, que utiliza al país como puente de sus operaciones.
Cada una de las naves de cuarta generación que fueron compradas a la Empresa Brasileña de Aeronáutica (Embraer), por US$93 millones, para combatir el narcotráfico y otras misiones, tiene en las alas una ametralladora 50 que hace entre 350 y 450 disparos por minuto, y espacios para otros armamentos.
El costo operacional de las naves es de US$430 por hora de vuelo. Detalló que de los US$93 millones cotizados por Embraer, el costo de cada aeronave fue US$8.8 millones; US$15 millones fueron por paquete logístico, US$5 millones de armamento y radio, y US$1 millón por entrenamiento.
LAS FUNCIONES DEL AVIÓN SUPER TUCANO
El Super Tucano es un avión de un solo motor turbohélice militar multifunción de ataque ligero y entrenamiento de pilotos fabricado por Embraer.
El Super Tucano es un avión de un solo motor turbohélice militar multifunción de ataque ligero y entrenamiento de pilotos fabricado por Embraer.
El Super Tucano tiene versiones monoplaza (A-29A) y biplaza (A-29B), con tecnología de última generación y herramientas auxiliadas por ordenador que proporcionan a la aeronave una vida útil potencial de 18,000 horas para entrenamiento, o 12,000 horas en ambientes operacionales, dependiendo de las cargas de misión y de la utilización.
El avión puede resistir cargas de +7G/-3.5G y el parabrisas es capaz de resistir un choque de un pájaro a 270 Kts.
El Super Tucano presenta un cockpit (cabina) de última generación, que disminuye la carga de trabajo del piloto mediante la optimización de todas las tareas (rastreabilidad, interceptación, vigilancia, apoyo,etc.).
Su costo operacional es más elevado, siendo US$600 la hora. Fueron adquiridos durante el primer periodo de gobierno del presidente Leonel Fernández (1996-2000).
En el país hay otros aviones usados para proteger el espacio aéreo, entre estos 8 aeronaves “Pillán”, de fabricación chilena que, hasta la adquisición de los Super Tucanos, eran usadas contra el narco.
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