domingo, 10 de noviembre de 2013

Se enfrían nexos RD y Haití por fallo del TC A ÚLTIMO MOMENTO HA SURGIDO UNA SUGERENCIA DE ARBITRAJE INTERNACIONAL QUE LAS PARTES HAN ACOGIDO CON DISCRECIÓN

Santo Domingo
Las relaciones diplomáticas entre Haití y República penden de un hilo. A última hora ha surgido una sugerencia de arbitraje internacional, acogida con discreción y recelo, que busca evitar el colapso definitivo de unos vínculos históricos erosionados por una decisión de soberanía que no resiste cuestionamiento.
Por eso Haití no quiere mediación… Porque en el campo del Derecho tiene el pleito perdido. Y fue hace sólo tres días cuando dio la cara públicamente al solicitar a la Unión Europa una intervención directa en República Dominicana que compruebe su denuncia sobre la “desnacionalización” de miles de sus descendientes.
Hasta entonces, la diplomacia haitiana había actuado con doble estándar… Públicamente se desentendía de la campaña, pero su canciller Pierre-Richard Casimir se desplazaba por medio mundo tocando personalmente las puertas de países amigos para promover una condena a nuestro país.
Posibles mediadores
El uruguayo Enrique Iglesias, una de las personalidades políticas más prestigiosas de América Latina actualmente al frente de la Secretaría Iberoamericana, ha sugerido un diálogo en la cumbre entre los dos países que comparten la isla.
En términos particulares es partidario de que el presidente Danilo Medina se dirija a la opinión pública para despejar cualquier duda sobre las garantías de los derechos de los extranjeros que pudieran verse afectados por la sentencia del Tribunal Constitucional que ha provocado la controversia.
El propio Iglesias se ha ofrecido para propiciar un diálogo que evite agriar aún más las relaciones y crispar los ánimos caldeados entre los dos países caribeños. El Presidente dominicano Danilo Medina no se cierra ante la eventualidad de una mediación internacional. Quienes le han planteado el tema a Medina, sin embargo, han recibido una respuesta contundente: “En nuestro país existe el mandato constitucional de la separación de poderes. La sentencia del Tribunal Constitucional, si bien es vinculante a las demás instituciones del Estado, se emitió en atención a la independencia del Poder Judicial…” El gobierno de la República Dominicana, en consecuencia, ya fijó su posición al respecto garantizando que a ningún ciudadano afectado por los alcances de esa sentencia se le violarán sus derechos.
Se dañan las relaciones
Las acciones promovidas por Haití han dañado seriamente las relaciones entre los dos países, lo que forzará una reconsideración de la diplomacia nuestra frente a los vecinos.
Las autoridades dominicanas tienen amplias evidencias de acciones abiertas y encubiertas de Haití para promover condenas contra el país, dañar su economía y entorpecer el funcionamiento de las instituciones.
Se trata de un amplio catálogo en riña contra el principio cardinal que norma la comunidad internacional, tal es la no intromisión en los asuntos internos de otro país.
Paralelamente, también han sido identificados actores claves en la campaña de desinformación y manipulación de la decisión de la más alta corte del país. En esta trama intervienen también organismos internacionales que se plantean la solución al problema haitiano pasando por República Dominicana.
Esas entidades tienen sus enclaves destacados en nuestro territorio. Le sirven a los intereses haitianos, pero no son capaces de vivir con las limitaciones de todo tipo a las que tendrían que someterse de fijar residencia en Puerto Príncipe.
Le llaman “El Señorito”
Entre ellos destaca un conocido representante de una agencia internacional, establecido desde hace varios años en el país, y a quien en los círculos diplomáticos dominicanos apodan “El Señorito” o el “Niñato”. Este último término, de factura castellana, identifica a los nacidos en alta cuna y que se precian del abolengo por donde quiera que pasan.
“El Señorito”, de acuerdo a fuentes, ha chocado con altos funcionarios dominicanos, tanto del Poder Ejecutivo como del Ministerio de Relaciones Exteriores. En Washington un alto funcionario del Gobierno “lo puso en su sitio” durante un receso de la reunión del Consejo Permanente de la OEA que conoció el tema la semana pasada.
Se atribuye a una extrema tolerancia de la diplomacia dominicana que no se le haya expulsado del país o solicitado su retiro urgente, pese a que abiertamente ha conspirado en el exterior contra el buen nombre del país y la real disposición del presidente Danilo Dominicana de buscar una “salida humanitaria” a aquellos afectados por la sentencia.
Ha llegado al colmo de hacer valer la influencia de su padre, gran figura de las letras, para conspirar contra los intereses de República Dominicana y entre ambos proferir agravios injustificados contra nuestro país.
Casimir continúa lobbismo
Se ha visto al canciller haitiano, Pierre-Richard Casimir, quien escapó por unos pocos votos de ser destituido por el Senado de su país en esta semana, recorrer todo el Caribe en busca de apoyo para castigar a República Dominicana en los foros internacionales.
A instancias del vecino, San Vicente y las Granadinas introdujo un punto de agenda en el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos para que se debatiera la sentencia del TC.
Se ha visto a los diplomáticos haitianos en idénticas tareas pulular por los pasillos del Congreso de los Estados Unidos, el Parlamento Europeo, las Cámaras de los Comunes y de los Lores, en Londres, la sede de la Unión Europea en Bruselas y en las Naciones Unidas, para citar unos casos.
También ha sido notoria la intervención frente a Venezuela, de cuyo plan Petro-Caribe los dos ocupantes de la Española son miembros.
Casimir ha llegado al atrevimiento de retorcer las declaraciones de los embajadores de la Unión Europea en Puerto Príncipe, de forma tal que se los vea enfrentados a República Dominicana por la decisión del TC.
Si por lo pronto República Dominicana no denuncia internacionalmente a Haití por entrometerse en asuntos exclusivos de la soberanía dominicana, se prevé un endurecimiento en el trato con los vecinos.
Pese a decisiones inamistosas, como la prohibición de importación de productos avícolas bajo alegados de salud falsos apenas horas después de una reunión entre Medina y su homólogo haitiano, Michel –Sweet Micky—Martelly, la diplomacia dominicana ha mantenido una postura de simple vigilancia de la situación.
No ha habido un solo pronunciamiento de censura sino más bien de invitaciones al diálogo, como lo prueban las reuniones de empresarios de ambos países en Miami, promovidas por las autoridades nacionales.
Se ha pasado por alto, además, otras manifestaciones desconsideradas, como la ocurrida en una reunión de Haití con sus donantes internacionales, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York, en septiembre.
El primer ministro Laurent Lamothe hizo un recuento pormenorizado de todas las ayudas, incluso algunas insignificantes. Sin embargo, obvió toda mención a la universidad donada por el país.
Haití se ha valido de la ayuda de una multitud de oenegés, tanto de las que operan en su territorio como de otras que han mantenido una actitud hostil hacia República Dominicana. A esa coalición de fuerzas se han sumado algunas agencias internacionales, cuyos representantes operan más como activistas que como diplomáticos. Es el caso de “El Señorito”.
Y aunque en público la diplomacia haitiana exhibe un tono de moderación, en privado se desborda en ofensas hacia República Dominicana entre las que no faltan las acusaciones de racistas.
Por lo pronto, República Dominicana se verá obligada a congelar una serie de proyectos conjuntos y reconocer que la hipocresía ha normado la actitud haitiana.
En un futuro inmediato, sonaría hueca la intensa campaña de solidaridad con Haití que Dominicana ha sostenido en todos los foros internacionales, acelerada luego del terremoto de enero del 2010                     DE .César Medina 
Especial para Listín Diario

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