Su temeridad como buhoneros harapientos, bien les ha valido la pena. Han logrado convertir la Duarte con París, la más transitada confluencia de la República Dominicana, en un sucio mercado de pulgas donde se hace imposible el paso de vehículos y de peatones por el insufrible taponamiento en ambas direcciones.
Resulta muy estrecha, angosta, la línea de espacio permitida por los mercaderes para el paso de vehículos, en dirección oeste-este, hacia la provincia Santo Domingo, así como también en la avenida Duarte, transitando de norte a sur, en dirección a la avenida Mella y la Zona Colonial.
Gran cúmulo de basura se observa a todo lo largo de las avenidas París y 27 de Febrero, de oeste- este, desde la calle Abreu, pasando por las vías Jacinto de la Concha, avenida Duarte, José Martí, Juana Saltitopa, Doctor Betances y Josefa Brea.
En ese tramo, las calzadas, aceras y contenes permanecen colmadas de desperdicios y en varias esquinas, primordialmente en la calle Abreu, también se observan aguas negras putrefactas, humedad que se extiende hasta la calle París.
Mientras que en cada columna, sostenes de los elevados, permanece más basura amontonada y las aceras obstruidas por la cantidad de tarantines como negocios, en carpas descompuestas; en tanto los espacios, debajo del elevado de la calle París, han sido cogidos como parqueos de carros públicos.
Cientos de tenderetes con techos a base de pedazos de sábanas y lonas rotas ocupan las aceras de la Duarte con París, semejando casuchas en hileras, confundidas unas con otras, como en los mercados de Haití.
En la citada intersección confluyen paradas de guaguas, carros de concho, triciclos, monto- conchos y venduteros a pies, donde ofertan productos llamados “averías”, constituyendo, todos juntos, una parafernalia insufrible.
Mesetas de gran tamaño, construidas con madera vieja, exhiben ropas de pacas y zapatos usados a lo largo de la avenida París, en lo que se ha instituido en un gran mercado de purgas, ambiente caracterizado por el ruido, humos negros y residuos. A altas horas de la noche, luego que los buhoneros se han retirado, la basura permanece obstaculizando el tránsito en la avenida París.
En la línea de la misma avenida, en la acera opuesta, verduras y frutas rechazadas son tiradas en el suelo, en plena vía, y un tumulto de triciclos exhibe plátanos, yuca, batatas y frutas de todo tipo, lo mismo que frituras y refrigerios.
En un 80% son haitianos los buhoneros responsables de la congestión de la esquina entre la Duarte con París, y en esa actividad, hasta pasadas las 11:00 de la noche se les ve proponiendo productos de mercados y arrojando, como práctica normal, los desperdicios en las vías.
No se ven a simple vista, pero existen, imperceptibles, decenas de pillos, embaucadores, carteristas y descuidistas que se mueven entre vendedores y compradores, muchas veces en coordinación con los mismos mercaderes y amparados por policías que devengan salarios miserables.
Definitivamente, Los bisuteros, marchantes y mercaderes han ganado la batalla al Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN) y a su titular Roberto Salcedo, quien ha optado por abandonar la céntrica zona de la Duarte con París, entre las villas, Consuelo, María y Francisca.
El tumulto de la Duarte con París, zona arrabalizada totalmente, se debe a las facilidades de desplazamiento para todos los lugares, con transporte para todos los sitios, y que está en dirección del Mercado Nuevo y fácil de llegar a los barrios pobres y populosos de La Zurza, Capotillo, Villas Agrícolas, 24 de Abril, Villa María, Villa Consuelo, Villa Francisca, San Carlos, Mejoramiento Social y Villa Juana.
Con insistencia, el regidor Waldys Taveras ha denunciado el estado deplorable de la Duarte con París, lo cual atribuye a la inercia del alcalde Salcedo.
Taveras, del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), dijo que desde el 4 de marzo de 2011, Salcedo ha anunciado en ocho ocasiones la construcción de una nueva plaza de buhoneros, para conjurar la situación caótica, y en otras dos ocasiones ha dado “el primer picazo” para el inicio de la obra, en tanto que los recursos para la edificación figuran en los presupuestos municipales de los años 2011, 2012 y 2013, lo cual, por su incumplimiento resulta violatorio de la Ley Municipal.
Alonso Rambaldy, presidente de la Asociación de Buhoneros de la Avenida Duarte, dijo que Salcedo les ha prometido que en enero del próximo año 2014 comenzará definitivamente la construcción de la Plaza de Buhoneros, en un estrecho solar ubicado en la calle París con la calle Abreu.
Por su parte, César Pérez, sociólogo y urbanista, considera que la alcaldía del Distrito Nacional carece de un plan maestro integral que establezca con claridad el uso que se le dará al suelo urbano, para la solución definitiva del Paseo Comercial Duarte y demás arterias comerciales.
Para conjurar el estado caótico de la Duarte con París, en 1994 se construyó la Plaza de Buhoneros entre las calles José Martí, París y Juana Saltitopa, pero fue un rotundo fracaso por lo pequeña que resultó y porque se edificó en tres niveles, incómodo para los transeúntes que se animan a comprar en la avenida Duarte.
La Plaza de Buhoneros, ubicada en la José Martí, inició su construcción en la administración del síndico Rafael Corporán de los Santos (1990- 94), fallecido; se continuó en la primera gestión de Rafael Suverbí Bonilla (1994- 98), y se “concluyó” en la sindicatura de Johnny Ventura (1998- 2002).
La avenida Duarte se abrió por primera vez en 1930 en la “Era de Trujillo”, y se bautizó con el nombre de avenida José Trujillo Valdez, padre del dictador, pero en 1961, tras la muerte del dictador, se reinauguró como avenida Juan Pablo Duarte, fundador de la República.
No hay comentarios:
Publicar un comentario