WASHINGTON. El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó con una amplia mayoría una declaración en “solidaridad” al diálogo y la paz por la violencia en Venezuela, juzgada como insuficiente por Estados Unidos y Panamá.
El documento de una página fue aprobado por 29 votos a tres, con el respaldo de Venezuela y otros países del ALBA y el Caribe. Por su parte Estados Unidos, Canadá y Panamá, mostraron reservas, mientras que Grenada y Bahamas estuvieron ausentes de la votación.
Luego de 15 horas de debates entre el jueves y el viernes, los países de América Latina afirmaron en el texto su “solidaridad y elrespaldo” a la “institucionalidad democrática, al diálogo y a la paz” en Venezuela, así como al principio de no intervención en los asuntos internos de los países.
De esa manera dieron un claro respaldo a Venezuela, que había acusado intentos de injerencia por parte de Panamá, país que convocó la reunión, y con el que rompió relaciones diplomáticas y comerciales. “Es una victoria para la América Latina”, señaló satisfecho el embajador venezolano, Roy Chaderton, a la salida de la sesión.
El texto, presentado por Bolivia y que no sufrió grandes modificaciones en el debate, también llamó al fin de la violencia y a investigar los incidentes que han dejado 20 muertos y casi 300 heridos en más de un mes de manifestaciones contra el presidente Nicolás Maduro.
Diálogo “parcializado”. La declaración también reconoció y dio “aliento al gobierno venezolano y de otros sectores del país para que “continúen avanzando” en el proceso de diálogo nacional, en referencia a las llamadas “conferencias de paz”, convocadas por el presidente Nicolás Maduro y que la alianza opositora MUD ha boicoteado. Ese punto causó la principal discrepancia con Estados Unidos, Panamá y Canadá, que consideraban que deben existir garantías para todas las partes por igual en el diálogo y llaman a buscar un tercer actor, inclusive internacional, que medie en la crisis venezolana.
El documento no menciona a la oposición venezolana ni a ninguno de sus líderes, como Leopoldo López, encarcelado por cargos de incitación a la violencia tras convocar una manifestación el 12 de febrero en la que se produjeron las primeras víctimas mortales. “La declaración solo ofrece un apoyo parcializado a un diálogo patrocinado por el gobierno, que ha sido rechazado por importantes sectores de la oposición”, objetó Estados Unidos en una nota al pie del documento.
Washington expresó que un “diálogo genuino” requiere un tercer actor en el que todas las partes confíen, así como acabar con los “intentos de suprimir la libertad de expresión y la liberación de los presos políticos”, y la declaración “no avanza suficientemente” en esas metas.
Objetivo cumplido. ”Esperaba mayor neutralidad de la OEA”, criticó el embajador panameño, Arturo Vallarino, que no obstante anticipó que el tema venezolano probablemente vuelva a ser discutido en el foro regional. El diplomático señaló que “el objetivo de Panamá se logró: que se trajera el tema de la situación grave que atraviesa Venezuela a la OEA”.
Panamá había convocado la reunión originalmente para analizar una propuesta de llamar a una consulta de cancilleres sobre el asunto venezolano, pero la iniciativa rápidamente quedó de lado en la sesión. También fue derrotada una propuesta de Perú de incluir un mecanismo en manos del secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, para monitorear la situación en Venezuela y recomendar soluciones. Pero en la declaración solo se menciona que el Consejo tendrá interés de “mantenerse informado” sobre la situación y el “diálogo instaurado” en Venezuela.
Panamá criticó eso como insuficiente y señaló que “la OEA debe tener una actitud más dinámica y darle seguimiento a la situación y al diálogo nacional” en Venezuela. La declaración cierra dos jornadas de maratónico debate a puertas cerradas, que incluso llegó hasta horas de la madrugada, en la sede de la OEA en Washington, a pocas cuadras de la Casa Blanca.
Chaderton defendió el celo más temprano señalando que se evitó un “show mediático” preparado por los adversarios de Venezuela. El representante de Colombia, Andrés González, describió que las discusiones este viernes se orientaron a “respetar la diversidad pero lograr una unidad” dentro de la OEA.
Insulza acompañó el grueso de las discusiones pero abandonó la sede este viernes antes de las votaciones para viajar a Chile. También se descartó el envío de una misión de la OEA a la Venezuela, algo que Insulza había recomendando como un factor “útil” para resolver la crisis. La crisis en Venezuela será debatida también en una cumbre de cancilleres de la Unasur la próxima semana en Chile.DE AFP
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