Una red de adopciones ilegales que incluía la simulación de la muerte de bebés funcionó en Chile en los años 70 y 80, con la supuesta participación de un sacerdote católico de la orden de los Sagrados Corazones, según desveló una investigación periodística.
Alex Vigueras, superior de los Sagrados Corazones en Chile, aseguró que la congregación indagará "en profundidad" los hechos denunciados en un reportaje dado a conocer a última hora del viernes por el Centro de Investigación Periodística (Ciper) de Chile.
La publicación se refiere a bebés de madres adolescentes de familias de altos ingresos que eran entregados en adopción mediante acuerdos entre los padres de las jóvenes y los médicos.
En algunos casos en que las madres no querían entregar a los bebés, se les decía que su hijo había nacido muerto, señala el reportaje.
Los casos comenzaron a ser conocidos entre 2004 y 2005, cuando ya crecidos, algunos de los niños comenzaron a buscar a sus padres biológicos, señala la nota, que da testimonio de dos casos concretos.
Gerardo Joannon, un sacerdote de los Sagrados Corazones, reconoció en el reportaje haber participado como nexo entre los padres de las adolescentes y los médicos en algunos de los casos, pero negó haber pedido directamente a alguna de las jóvenes que entregara a su bebé.
"Nunca le pedí a una persona que regalara su guagua (bebé). En eso yo no me metía. Lo que yo hacía era evitar que se matara a esa guagua", afirmó.
En esa época, según Joannon, "una madre soltera era muy mal mirada".
"Estamos solicitando las asesorías necesarias para dilucidar cuáles deben ser los pasos a dar, para indagar más en profundidad lo sucedido", dijo por su parte Alex Vigueras, el superior de la orden religiosa.
"Daremos a conocer oportunamente las decisiones que vayamos tomando, por lo pronto, quisiéramos establecer contacto con las personas que han sido directamente afectadas. Nos interesa reivindicar la dignidad de quienes se han sentido vulnerados en sus derechos", añadió el religioso.
A su juicio, queda claro, en los dos testimonios incluidos en el reportaje, "que no había un consentimiento para dar en adopción, al menos de uno de los progenitores". "Lo que me parece más grave es haber dicho que los niños murieron, a sabiendas de que no era así", agregó.
"Yo les hacía el contacto a las familias con el doctor (?) Yo nunca le pedí a una persona que regalara su guagua (bebé). En eso yo no me metía", aseguró el sacerdote.
La Congregación de los Sagrados Corazones, a la que pertenece el religioso, dijo estar "conmovida" por los antecedentes. "Aquí se ha cometido una injusticia, aquí se han vulnerado varios derechos", aseguró Álex Vigueras, superior provincial de la congregación a través de un comunicado.
"Como gobierno provincial estamos solicitando las asesorías necesarias para dilucidar cuáles deben ser los pasos a dar, para indagar más en profundidad lo sucedido", agregó.DE EFE
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