AP. Representantes de la cultura, las artes y la política de República Dominica acudieron el lunes a despedir a la cantante Sonia Silvestre, una de las principales representantes de la trova y música con compromiso social del país caribeño, quien falleció el fin de semana.
Silvestre murió el sábado a los 61 años en un hospital de Santo Domingo donde estuvo en cuidados intensivos tras sufrir días antes un accidente cardiovascular masivo y dos infartos, informó su esposo, José Betancourt.
“Además de una exquisita cantante, fue una mujer de elevada sensibilidad social, solidaria y patriota”, dijo el cantante y ministro de Cultura José Antonio Rodríguez. “Es merecedora de una despedida especial por parte del pueblo”.
Rodríguez hizo un llamado a que las estaciones de radio programaran el lunes las canciones de la intérprete nacida el 16 de agosto de 1952 en la provincia dominicana de San Pedro de Macorís.
“Creo que para el país es una enorme pérdida”, dijo el presidente Danilo Medina el lunes en una funeraria, donde una bandera dominicana cubría el féretro de Silvestre mientras sus canciones se escuchaban en el fondo.
El mandatario consideró que la cantante, quien en los años 70 participó activamente con su música en protestas contra la represión y autoritarismo de los gobiernos sucesivos del entonces presidente Joaquín Balaguer, “nunca tuvo variación: una mujer coherente, consistente con su pensar”.
Silvestre comenzó su carrera a finales de la década de 1960 como intérprete de canciones para anuncios comerciales y debutó como solista en 1970 en un programa musical de la estatal Radio Televisión Dominicana.
“Desde que escuché su voz, supe que había nacido una estrella”, recordó en la funeraria Freddy Ginebra, quien dirigía aquel programa de televisión y más tarde fungió durante algunos años como representante de la intérprete.
Silvestre grabó su primer álbum, “Esta es Sonia Silvestre”, en 1973.
En 1974 participó en el espectáculo “Siete días con el pueblo”, organizado por grupos sindicales y estudiantiles en contra de la represión del gobierno de Balaguer, en el que durante una semana se presentaron cantantes de fama internacional como Silvio Rodríguez, Noel Nicola, Mercedes Sosa y Víctor Manuel.
Al año siguiente la cantante fue invitada a Cuba por el gobierno de ese país, donde estableció una larga amistad con Silvio Rodríguez y realizó una extensa gira con el cantante dominicano Víctor Víctor y la orquesta Irakere.
“Siempre fue una persona comprometida” con las causas sociales, recordó Víctor Víctor en la funeraria.
La ex vicepresidenta Milagros Ortiz Bosch, quien participó políticamente en “Siete días con el pueblo”, insistió en que Silvestre “es una personas vinculada a los pueblos de América, con sus necesidades”.
Tras lanzar varios éxitos de la nueva trova y baladas como “Por qué llora la tarde”, Silvestre incursionó en los años 90 en otros géneros musicales, como la bachata.
El Senado dominicano la declaró en 2004 “Gloria nacional del canto popular” y en 2008 el entonces presidente Leonel Fernández la designó ministra consejera en la embajada dominicana en Cuba.
Silvestre deja a su esposo y sus dos hijos, Andrés y Eloísa Estela Bentacourt.DE AP
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