La historia sugeriría que lo hicieron todo bien. Lo sentimos. Desde que LeBron James, Dwyane Wade y Chris Bosh se unieron para la era del “Big 3” con el Heat de Miami, había habido algunas verdades absolutas cuando se trataba de sus partidos de playoffs en casa.
Cuando anotaban al menos 48 por ciento de campo, tenían 18-0. Cuando hicieron al menos 10 disparos desde la línea de 3 puntos, su foja era de 12-0. Y en esta postemporada, estaban perfectos con 8-0 en su hogar.
No más. En cualquier conteo.
Miami no tuvo milagro esta vez, tampoco. Un juego abierto se puso interesante por unos minutos, pero al final, básicamente terminó como un juego abierto de todos modos - y el camino a un tercer campeonato consecutivo de la NBA se ha puesto considerablemente más difícil.
Detrás por la asombrosa cifra de 25 puntos en un punto en la primera mitad, el Heat se llegó a colocar con desventaja de un solo dígito. Pero nunca consiguieron acercarse del a los Spurs de San Antonio y terminaron cayendo 111-92 en el tercer partido de las Finales de la NBA la noche del martes. Los Spurs lideran la serie 2-1, y sólo tienen que mantener su servicio en casa para acabar con el reinado de Miami como campeones de la NBA.
James y Wade anotaron cada uno 22 puntos, Bosh no falló un tiro, anotaron el 52 por ciento de sus intentos desde el campo, y de todas maneras fueron perforados. Rashard Lewis anotó 14, Ray Allen tuvo 11 y Bosh tuvo sólo nueve - conseguir apenas cuatro tiros en 34 minutos.
Kawhi Leonard lideró a los Spurs con 29 puntos. Danny Green y Tony Parker anotaron cada uno 15 para San Antonio y Tim Duncan agregó 14 para los Spurs.
Los signos de problemas eran evidentes desde el primer momento. James anotó 14 puntos en los primeros compases, y Miami estaba todavía a siete. El Heat cedió 41 puntos en el primer cuarto.
En un momento en el segundo cuarto, la pizarra era Spurs 55, Heat 30. Eso coincidía con el mayor déficit que Miami ha enfrentado en su casa en cualquier punto de la era de los 3 grandes, solo igualado con el de 25 puntos de ventaja de Oklahoma City sobre el Heat durante esta temporada regular.
Los números fueron absurdos. De los primeros 21 tiros de San Antonio, los Spurs fallaron dos. Sí, dos. Ellos estaban anotando un 91 por ciento en un punto en el segundo cuarto. Ellos anotaron 11 tiros consecutivos en un solo tramo.
Miami se acercó a siete en la segunda mitad, pero nunca realmente hubo duda. El edificio estaba casi vacío cuando la chicharra final sonó.
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