CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa pidió perdón por las persecuciones de fieles católicos contra evangélicos e instó a acabar con el uso de la palabra “secta” para referirse a las iglesias protestantes.
Francisco viajó la mañana de este lunes a la ciudad italiana de Caserta, centro-sur del país, donde cumplió una visita privada a la “Iglesia evangélica de la Reconciliación” guiada por el pastor Giovanni Traettino, amigo suyo desde sus tiempos de arzobispo de Buenos Aires.
“Entre los que persiguieron y denunciaron a los pentecostales, casi como si fueran locos que arruinan la raza, había también católicos: yo soy el pastor de los católicos y les pido perdón por esos hermanos y hermanas católicos que no entendieron y fueron tentados por el diablo”, sostuvo.
Aunque la visita fue privada y “estrictamente personal”, al grado que los periodistas no pudieron ingresar al recinto donde el pontífice se reunió con unos 350 evangélicos, se supieron algunas de las palabras del Papa.
Jorge Mario Bergoglio reconoció que algunas personas se sorprendieron de que el Papa haya ido a visitar a los evangélicos, pero aclaró: “Vine a encontrar a los hermanos”.
“Es una tentación decir: ‘yo soy la Iglesia y tú la secta’. Jesús rezó por la unidad. El espíritu santo hace la diversidad en la Iglesia. Él hace la diversidad. Pero después el mismo espíritu santo hace la unidad y la Iglesia es una diversidad. Una diversidad reconciliada por el espíritu santo”, añadió.
El líder católico regresó a Caserta menos de 48 horas después de su primera visita, el pasado sábado 26 de julio cuando se reunió con un grupo de sacerdotes católicos y celebró la misa para unos 200 mil feligreses.
Aquella fue una “visita relámpago” que surgió a último momento, porque la intención original de Francisco era sólo sostener su encuentro con los evangélicos, honrando así la invitación del pastor Traettino.
Pero los reclamos del obispo de Caserta hicieron a Bergoglio caer en la cuenta que iba a resultar una falta de cortesía ir con los protestantes sin siquiera saludar a los católicos.
Este lunes, el helicóptero papal aterrizó a las 10:15 horas local (08:15 GMT) en el helipuerto del Palacio Real de Caserta, desde donde Francisco se dirigió hasta la sede de la Iglesia de la Reconciliación, que se encuentra en obra.
El líder católico llevaba consigo un maletín de cuero negro gastado, como ya es costumbre. Antes de su saludo a las 350 personas presentes, todos rezaron el Padre Nuestro.
Entre los asistentes destacaron evangélicos no sólo de Italia, sino también otros procedentes de Estados Unidos, Canadá, Argentina, España, Francia e India. Tras la ceremonia, Francisco se quedó a comer con los participantes y por la tarde regresará al Vaticano.FUENTE.DE ALMOMENTO.NET
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