“En el Perú hay más pirámides que en Egipto,” exclamó nuestra guía local Erica.
¡Ay y cuántas otras maravillas más!
He aquí algunos de los imperdibles del Perú que hemos tenido la dicha de disfrutar en tres viajes al país en los últimos cinco años y que para siempre permanecerán en nuestra memoria:
ï Lima. Los ámbitos coloniales de la capital peruana son Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y pasearse por ellos con un guía experto en historia y arquitectura es una visita obligada. Puntos de interés incluyen la bella Plaza San Martín, nombrada en honor del Libertador, y la Plaza Mayor o Plaza de Armas, con visitas al Palacio de Gobierno, el Ayuntamiento, la Catedral y el Palacio Arzobispal.
Otros imperdibles incluyen el Monasterio de San Pedro en estilo barroco peruana y el Convento de los Descalzos que data del Siglo XVI al igual que la Alameda de los Descalzos y Paseo de Aguas -también de la era colonial- y la señorial Casa Aliaga, construida por Jerónimo de Aliaga, teniente de Pizarro en el Siglo XVI y habitada por miembros de su familia hasta el presente.
Otros puntos de interés en la capital peruana incluyen el elegante suburbio de Miraflores y dos centros arquelógicos de la cultura Lima, la Huaca Pucllana y la Huaca Huallamarca en el distrito de San Isidro. Desde sus pirámides se obtienen vistas panorámicas de Lima y en sus museos se pueden apreciar objetos de esa cultura que floreció entre los Siglos V y VIII.
Machu Picchu. Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y una de las nuevas Siete Maravillas del Mundo, es la citadela de los Incas que es más conocida mundialmente. Ubicada en las montañas a 7,970 pies de altura sobre el Valle Sagrado a 80 kilómetros al noroeste de Cuzco, sus panoramas cautivan la imaginación de todo el afortunado que los contempla.
Aunque conocida localmente, la citadela, que algunos arqueólogos consideran fue construída para el Emperador Pachacuti en el Siglo XV, se vino a conocer mundialmente siguiendo la llegada del explorador e historiador norteamericano, Hiram Bingham, en 1911.
Entre sus muchos puntos de interés se encuentran el Inti Watana o el “poste de enganche del sol”, el Templo del Sol y el Templo de las Tres Ventanas, en el distrito sagrado de la citadela. Acoplada a una visita a Cuzco, el Camino Inca y el Valle Sagrado, la citadela de Machu Picchu es una de las experiencias más fascinantes del planeta.
Pachacamac. El santuario de Pachacamac, un centro de peregrinaje cerca de la costa del Pacífico en el kilómetro 31 de la carretera Antigua Panamericana Sur, a una hora y media de Callao cuenta con ruinas Incas y de otras culturas que precedieron a la Inca. Las dimensiones amplias del centro y el paisaje arenoso nos recordaron enseguida al Valle de los Reyes de Egipto.
Con nuestra guía Erica comenzamos la visita parando primero en el museo del centro, donde pudimos apreciar un tallado del dios Pachacamac, el creador, una especie de poste totémico con dos caras, una masculina y otra femenina. A Pachacamac se le veneraba en el centro a la par que al sol.
“Este es un sitio de mucha energía, uno de los centros más importantes de la costa donde se profetizaba el futuro,” nos dijo Erica. “La gente venía caminando -de otras partes de lo que son ahora el Perú, el Ecuador, Colombia, Argentina- en peregrinaciones para pedir consejos y augurios, pues se pensaba que este dios podía predecir el futuro.”
El tallado de Pachacamac es una fiel reproducción del original, que fue parcialmente destrozado por Hernando Pizarro en el Siglo XVI cuando el explorador no encontró oro en el centro. Ahora restaurado, el tallado original se encuentra en el Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú en Lima. Además del tallado, se pueden apreciar una variedad de objetos, incluyendo cerámica, tejidos y quipos (un sistema de cuerdas y nudos para asentar información).
Las líneas de NazcaVuelos por avioneta ligera desde Pisco y otros puntos revelan dibujos lineales tallados en el desierto que son un enigma de la humanidad. Las Líneas de Nazca han sido estudiadas por décadas con teorías disímiles, una incluye señales para extraterrestres, puesto que están orientadas hacia lo alto, y se ven mejor desde el aire. Los jeroglíficos incluyen figuras de un mono, araña, colibrí, árbol y muchas más. Con frecuencia las excursiones también sobrevuelan las Líneas de Palpa, con figuras parecidas, al igual que los nuevos descubrimientos en Pisco, Ocucaje y Cahuachi incluyendo el Candelabro en el tope de un pico frente a la Bahía de Paracas. Una teoría de algunos arqueólogos es que las líneas se usaban para procesiones ya que se han hallado antiguos instrumentos musicales junto a algunas de ellas. DE LISTIN DIARIO
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