Con el mismo arrebato sangriento que marcó el cierre del año 2013, con un asesinato casi a la medianoche de diciembre, inmigrantes haitianos se cobraron su primera víctima en plenos albores de enero de 2014, siguiendo desde entonces una frenética senda de muertes que, conforme a un recuento de este diario, ya sobrepasa una treintena de crímenes espeluznantes en lo que va de año.
Mientras tanto, estos hechos perpetrados por haitianos están impactando en muchos vecindarios dominicanos, desencadenando temor ante las revelaciones de brutalidad usada contra las víctimas.
Hasta mediado de octubre, haitianos se han cobrado la vida de más de 30 de sus compatriotas, mediante ataques brutales con machetes, cuchillos, tubos, palos y, en algunos casos, armas de fuego, con los que decapitaron a sus víctimas, le desprendieron torsos, mutilaron brazos y piernas, las quemaron o estrangularon.
Aparte de adultos y ancianos, entre las víctimas figuran infantes de hasta cuatro y ocho meses de nacidos y adolescentes que fueron acuchilladas, violadas, estranguladas.
En algunos casos, los autores fueron sus propios padres o padrastros.
En el 99% de estos casos los métodos contra las víctimas han seguido el mismo patrón. El machete ha sido el arma de muerte y los motivos se refieren a celos, robos, violaciones sexuales y venganza.
Poco antes de la medianoche del 31 de diciembre de 2013, dos haitianos se acusaban entre sí por el robo de 500 pesos a un compatriota suyo, en Haina. Después de una pelea, uno de ellos, Félix Jiménez (Magdala), sacó un filoso cuchillo y le cortó el cuello al otro, Franklin Belice, y luego arrojó el cadáver a orillas del río Haina.
Horror en Doña Ana
En la primera semana de enero de este año, en Doña Ana, San Cristóbal, el haitiano Manuel Bastian le propinó varios machetazos y luego cortó la cabeza a su hijastro, Kenquen Louis, de nueve años, en venganza porque la madre del menor, Anita Louis, también haitiana, “vendió mi alma al diablo”, según declaró a la Policía.
En la primera semana de enero de este año, en Doña Ana, San Cristóbal, el haitiano Manuel Bastian le propinó varios machetazos y luego cortó la cabeza a su hijastro, Kenquen Louis, de nueve años, en venganza porque la madre del menor, Anita Louis, también haitiana, “vendió mi alma al diablo”, según declaró a la Policía.
Poco días después, en el barrió Pekín, de Santiago, un haitiano envenenó al niño Joan Batista Duarte, de cuatro años. Sus padres, Jonathan Batista Fabián y Leocadia Duarte, son oriundos de Haití.
A finales de marzo, en el caserío de Santa Elena, en Barahona, una disputa por afán de ganar el amor de una haitiana llevó a un paisano de esta a matar a machetazos a otro interesado, Smoc Joseph (Bacalo), quien falleció de cortes al cuello y el cráneo. Su matador, apodado Marcelo, también es haitiano.
Acuchilló a su hija
En abril, un crimen que estremeció a los vecindarios de Las Mercedes, una localidad de La Victoria, en Santo Domingo Norte, fue el cometido por el haitiano Lounis Jean, quien mató a su hija, Luisa Pamela Jean, de cuatro meses de nacida. Le clavó una cuchilla al cuello a su regreso de una fiesta de Gagá, un culto socio-religioso de procedencia haitiana. El hombre fue linchado por una multitud.
En abril, un crimen que estremeció a los vecindarios de Las Mercedes, una localidad de La Victoria, en Santo Domingo Norte, fue el cometido por el haitiano Lounis Jean, quien mató a su hija, Luisa Pamela Jean, de cuatro meses de nacida. Le clavó una cuchilla al cuello a su regreso de una fiesta de Gagá, un culto socio-religioso de procedencia haitiana. El hombre fue linchado por una multitud.
En junio, el haitiano Mason Yambatis (Gato) mató en el batey La Gina, de El Seibo, a Patricio Presibir, para robarle RD$8,276. Lo cortó en el cuello, pies, muslo y abdomen.
Ese mismo mes, el haitiano Felipe Vidal mató a machetazos y golpes de tubo a su pareja, Roseline Olimere, en el sector El Dique del Ensanche Ozama, según un reporte policial.
En El Naranjal, de Azua, los haitianos Winer Juner y Daniel Lachell confesaron haber matado a machetazos a su compatriota, Mario Sinqueño, de 22 años, cuyo cadáver lanzaron a orillas del arroyo Prieto, un afluente azuano. El primero dijo que eliminaron al joven porque este le robó un pantalón y 800 pesos en efectivo que había ganado en labores agrícolas en el municipio Peralta.
Llegó el mes de julio y en la comunidad Juancho, de Pedernales, Sandra Buissó fue muerta a machetazos por su pareja, el haitiano Papo Antrime, quien también hirió de gravedad en el abdomen a dos hijas de la víctima. La mujer estaba embarazada.
Y en Cana Chapetón, de Montecristi, un haitiano mató a machetazos a un compatriota porque este, alegadamente, no le pagaba una deuda de 1,200 pesos. El victimario es Fenelle Pie y su víctima, Osiris Matimé.
En una vivienda del Batey Victoria, del municipio Consuelo, en San Pedro de Macorís, el haitiano Cene Fido mató a su pareja, Medine Pierre Louis, también haitiana, de varias cuchilladas al cuello y otras partes del cuerpo.
Robert Gil, haitiano, mató a su compatriota, Winnock Etendor, de varias cuchilladas durante una riña en el vertedero de Duquesa, por una alegada deuda de 8 mil pesos que el último se negaba a pagar. Gil usó un cuchillo de 15 pulgadas.
Mató hija y violó hijastro
En agosto, un haitiano mató a su hijastro, de 8 meses de nacido.
En agosto, un haitiano mató a su hijastro, de 8 meses de nacido.
Su cadáver, que presentaba golpes, asfixia por inmersión y signos de violación, fue encontrado en la residencia materna, en el sector El Placer, de Bayaguana.
Luis Charles (El Pelao) fue acusado del crimen contra el niño Daury Pérez, del cual era padrastro. El pequeño fue dejado por su madre, Margarita Pérez Yang, en su vivienda, bajo el cuidado del hombre, cuando salió a comprar alimentos a un almacén cercano.
En otro hecho, un haitiano mató a un compatriota de un puñetazo en el antiguo mercado binacional de Dajabón, en una disputa por un repollo en descomposición.
La víctima es Abrahán Pierre.
El victimario es conocido por el apodo “Letrinito”.
Un joven haitiano estranguló a su esposa en una finca de la comarca Jinamagao, del distrito municipal Guatapanal, en Valverde.
La víctima es Oscalina Sentimás.
El matador es Elías Antonio Pie, quien, tras cometer el crimen, intentó suicidarse con un machete.
Un haitiano mató a un compatriota e hirió a otro al atacarlo con una tijera que utilizaba para cortar plástico de esquimalitos en el parquecito de Los Jardines del Norte, a un costado de las avenidas John F. Kennedy y Doctor Defilló.
El homicida es Jonny Pie (Tipapa).
La víctima es su conterráneo, Daniel Pierre Lowis. También hirió a Tijen Lacorur.
Tambien un haitiano mató a machetazos a un compatriota en el sector Los Ríos, del Distrito Nacional.
La víctima es Onele Oniel.
El autor del crimen sólo fue identificado como “José El Mayimbú”.
Resultó herido Mackendy Pierre.
En el ensanche Bermúdez, de Santiago, un haitiano mató a tiros a un compatriota por una deuda de dinero. La víctima mortal es Garvis Sefi, y el matador, Jenci Fransuá.
Otra tragedia ocurrió en Barrancones de Tierra Fría, en Valverde, donde el haitiano Elías Antonio Pie estranguló a su pareja, Oscalina Sentimás, también nativa de Haití.
En Comendador, Elías Pina, un haitiano cortó la cabeza a un compatriota, en un caso de celos por una mujer. El homicida es Mon Luis Pie y la víctima Nom Pie.
Tres haitianos mataron a balazos y luego decapitaron a un compatriota en una finca de El Guineal, de San Francisco de Macorís.
La víctima fue identificada como Silverio Yosef. Los victimarios, con apodos de Alfonso, Roberto y Yubí, admitieron el hecho y dijeron que Yosef no quería pagar una deuda económica.
En Hoyo de Friusa, en Bávaro, un haitiano mató a otro con un arma blanca, en un lío por una mujer. La víctima es Bernardo Horte. El matador no fue identificado.
En septiembre, en la comarca Las Lagunas, de Loma de Cabrera, el haitiano Abrahán Pierre fue decapitado con un hacha.Varios connacionales fueron acusados por este rimen.
Además, dos haitianos fueron asesinados y tirados al río Masacre.
Uno fue decapitado y sus brazos mutilados. Una de las víctimas fue identificada como Jean Pierre. El otro hombre no fue identificado.
En el distrito municipal La Canela, al suroeste de Santiago, fue hallado enterrado en el patio de su casa el cadáver de una adolescente de 15 años, de origen haitiano.
Fue asesinada a golpes por su madre, quien la había enterrado en el patio de su residencia hacía varios meses.
La víctima fue identificada como Wilima Jacqué. La presunta victimaria es su madre, Lulú Agustín Pierre, de 30 años, quien la habría golpeado en la cabeza tras enterarse de que ésta mantenía una relación sentimental con su pareja, Leonel Joseph Pierre, también de origen haitiano, El mes de octubre vio nuevos crimenes a manos de un haitiano.
Elies Antonio Pierre ahorcó a su pareja, del mismo origen, en el sector Los Barracones de Tierra Fría, en Jianamagao, de Mao.
Había procreado una niña de tres meses con la víctima, Oscalina Sentimás. Tras cometer el hecho intentó suicidarse cortándose el cuello con un machete.
En Santiago, Wily Desí descuartizó a su expareja, Matilde Aldanassy, presuntamente porque esta tenía una relación con un compatriota.
El cadáver de Aldanassy fue encontrado en el vertedero de Rafey, decapitada y con brazos y piernas mutiladas. La mujer fue primero estrangulada y luego desmembrada.
Parte de sus restos fueron colocados en un zafacón y tirados a un basurero. Parientes de la víctima dijeron que su expareja la amenazaba y maltrataba con frecuencia.
Casi todos los homicidas y sus víctimas tenían un vínculo en común: Inmigrantes ilegales.
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