Pekín, 25 dic (EFE).- Los hongkoneses se toparon con un inusitado regalo de Nochebuena al encontrarse en la calle con miles de billetes caídos de un furgón de seguridad cuya puerta trasera se abrió accidentalmente, informó hoy el diario South China Morning Post.
El furgón de la compañía de seguridad británica G4S, especializada en transporte de dinero, llevaba millones de dólares, de los que al menos han "desaparecido" millón y medio, según el periódico.
El suceso ocurrió en la Calle Gloucester de la excolonia hongkonesa, donde el vehículo desparramó por la calzada miles de billetes (la mayoría de 500 dólares de Hong Kong, unos 65 dólares de EEUU), debido a un fallo en la puerta de atrás.
La policía acudió con prontitud al lugar del suceso para intentar recuperar el dinero, pero para entonces ya decenas de conductores y peatones habían recogido casi todos los billetes, y los esfuerzos de los agentes para disuadirlos de tan particular "cosecha" fueron en vano.
No se llevaron a cabo detenciones, aunque las autoridades pidieron a quienes se habían llevado los billetes que los devolvieran lo antes posible, advirtiendo que de no hacerlo podrían ser considerados autores de un robo.
Algunos de los "afortunados" hicieron caso de esas advertencias, pero no todos, y un día después del incidente, la policía informó de que 13 personas devolvieron el dinero que habían recogido, con lo que se han recuperado 3,6 millones de dólares de Hong Kong (unos 460.000 dólares de EEUU), aunque aún faltan aproximadamente 1,5 millones de dólares por recobrar.
La compañía G4S aseguró que asumirá la responsabilidad que la pérdida del dinero pueda suponer, si finalmente éste no aparece.
En todo caso, la cantidad extraviada por ahora sólo era una pequeña parte de todo el dinero que transportaba el vehículo, ya que en el momento del incidente el furgón de G4S transportaba unos 67 millones de dólares estadounidenses distribuidos en varias cajas, y sólo cayó a la calzada el contenido de una de ellas.
El furgón, en el que viajaban tres vigilantes, no se detuvo tras el incidente, y continuó su recorrido hasta la sede de la compañía, situada a unos 14 kilómetros del lugar donde los hongkoneses vivieron ayer esa particular "lluvia" de dinero.DE EFE
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