domingo, 19 de abril de 2015

Instalaron ayer a nuevo arzobispo de Santiago

  • Ceremonia. El nuevo arzobispo de Santiago, monseñor Freddy Bretón, durante el acto de posesión en su labor pastoral.
Santiago
Al tomar posesión este sábado como nuevo arzobispo de Santiago, monseñor Freddy Bretón Martínez, dijo que a menudo se pregunta cómo se sentirá Cristo, si se pisotea al ser humano y cómo reinará el Señor si campea la corrupción y aumenta la violencia,
 Bretón que sustituye en el arzobispado de Santiago a monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, que desde hoy ocupa el cargo de obispo emérito, tomó posesión en el cargo con la entrega del báculo pastoral a cargo del nuncio apostólico, Jude Thaddeus Okolo.
A la eucaristía para posesionar al nuevo arzobispo, que se realizó en el salón multiusos de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), asistieron todos los obispos de la Conferencia del Episcopado Dominicano y de otros países del Caribe, como Cuba y el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez y la primera dama Cándida Montilla de Medina.
 También asistieron cientos de feligreses, legisladores, autoridades civiles, militares, policiales y otros. Bretón Martínez, que nació el 15 de octubre de 1947 en Canca la Reyna, de Licey, de la provincia de Santiago, fue nombrado obispo de Baní en 1998.
 Agradeció el trato fraterno que le ha dispensado el ahora arzobispo emérito de Santiago, monseñor De la Rosa Carpio y el obispo auxiliar de esta Arquidiocesis Valentín Plinio Reynoso.
También expresó su agradecimiento a los sacerdotes, al persona de la Curia Arquidiocesana, así como a muhcios fieles que se han esforzado por hacer placentera su llegada a Santiago en su misión pastoral. Dijo que no busca protagonismo, porque nunca le ha interesado y que solo le interesa ver a Cristo resplandecer en cada persona. “Pero a menudo me pregunto, cómo se mostrará Cristo si se pisotea al ser humano, cómo reinará el Señor, si la corrupción campea y aumenta la violencia”, expresó. 
En su homilía proclamó que esta vez no llega “el joven saludable de pelo negro que fue enviado a Baní en 1998, pero que asegura que igual que en aquella ocasión, también ahora viene acompañado por la fervorosa oración de muchos creyentes”.

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