WASHINGTON. Mientras pedía a los estadounidenses que hicieran “un examen de conciencia”, el presidente Barack Obama expresó el martes una profunda frustración por las recurrentes muertes de sospechosos negros a manos de la policía, por los agitadores que responden con violencia insensata y por una sociedad que únicamente “finge preocupación” sin atender las raíces del problema. “Esto no es algo nuevo. Ha sucedido durante décadas”, dijo Obama desde la Casa Blanca un día después de que comenzaron los disturbios 65 kilómetros (40 millas) al norte, en Baltimore, tras el funeral de Freddie Gray, quien murió de una lesión vertebral mientras estaba bajo custodia policiaca.
Gray es el más reciente caso de un hombre afroestadounidense que muere a manos de la policía y provoca protestas y llamados a una reforma al sistema de justicia.
Algunos han criticado al primer mandatario negro del país por no hablar con la suficiente fuerza en su intento por evadir críticas de las agencias policiales, y respondió diciendo que dichas muertes eran “una crisis de lento desarrollo”.
“Hemos visto demasiadas ejemplos de lo que parecen ser agentes de policía interactuando con individuos, principalmente afroestadounidenses, a menudo pobres, en modos que generan preguntas perturbadoras. Ahora, parece que ocurren una vez a la semana”, comentó el mandatario.DE AP
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