Jesús Núñez, vocero del grupo, asegura que seguirán movilizándose en las calles para que los cañeros y sus familias no sean deportados.
"Hay un temor, hay un nerviosismo, hay lo que se llama ese no dormir, esa preocupación, porque aquí están en juego también muchos trabajadores cañeros que tienen a sus esposas e hijos que están sin documentos, simplemente porque se han empeorado los acuerdos migratorios", manifestó.
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