Albert Osmailyn Mora tiene 18 años, con alegría y orgullo, por haber atravesado todos los obstáculos que se le presentaron, narra la lucha que tuvo que pasar para poder obtener el diploma que lo acredita como peluquero y que posiblemente lo ayudará a introducirse al campo laboral.
“Los problemas y obstáculos fueron de todos los ámbitos. A veces no podía conseguir el pasaje para trasladarme desde mi casa en el Nieto de Haina hasta la escuela Víctor Garrido, ubicada en la avenida Independencia, donde ofrecían el curso, por lo que me tenía que ir caminando hasta allá”, cuenta.
Mora, quien se graduó en uno de los cursos técnicos que ofrece el Ministerio de la Juventud, ahora tiene el sueño de poder instalar una peluquería.
“Yo pensaba que no iba a aprender mucho, pero aprendí mucho más de lo que alguna vez pensé. A pesar de que el Ministerio nunca me proporcionó dinero las veces que me faltó, me siento satisfecho, porque fue una muy buena oportunidad realizar este curso totalmente gratis”, expresa.
Considera que ahora que es peluquero y tiene un certificado que lo comprueba, va a tener oportunidad de conseguir un empleo en esa área.
Juan Carlos Comprés de 34 años, también es parte de los peluqueros que graduados en peluquería, expresa que el proceso para formarse se desarrolló muy bien.
“Para este ser un curso gratis, se realizó de la mejor manera. Gracias a Dios no tuve ningún problema económico, ni de contratiempo”, dice.
A sus 34 años no tiene trabajo, pero cree que con ese nuevo diploma que agregará a su curriculum podrá insertarse en el mercado laboral.
“Yo soy de los que piensan que en el país no hay trabajo, que a los jóvenes los excluyen de muchas cosas, pero, si no hay trabajo nosotros mismos debemos de buscar una solución, porque no siempre las cosas están donde uno quiere”, expresa.
David Antonio Vallejo de 18 años, confesó que gracias al curso de peluquero que realizó ha comenzado a ganar dinero, recortando a algunos niños de su barrio en la avenida Independencia, kilómetro ocho y medio.
“Ya he comenzado a ganar dinero recortando algunos niños por mi casa y realmente ese dinero que me he estado ganando me ha ayudado sobremanera”, expresa.
Cuenta que el liceo donde hizo el curso le quedaba a dos kilómetros, y cuando no podía irse montado lo hacía caminando.
Dice que cuando entre a la universidad el próximo año va a estudiar Derecho, la cual es su carrera por vocación, y peluquería será para proporcionarle dinero.
Comenta que cuando iba a empezar el curso le pusieron a firmar una solicitud para ver si estaba de acuerdo en capacitar a otras personas o trabajar directamente recortando. Él dijo que sí, porque considera que esa es la idea, que les aporten a ellos y ellos hacerlo también.
Raybert Sánchez de 18 años, también se apuntó en el curso de peluquería porque le comenzó a gustar hace algunos años y quiso tener un título.
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