El juez del Juzgado de Atención Permanente del Distrito Nacional dictó un año de prisión preventiva en contra de un anciano acusado de ahorcar a un niño de cuatro años en el sector Capotillo, de esta capital.
El magistrado José Alejandro Vargas dispuso que el imputado Claudio Fernández Hernández, de 74 años de edad, cumpla la prisión en la cárcel La Victoria, por presuntamente haber dado muerte a Ramsés Alexander Basora, de 4 años.
El cadáver del menor fue encontrado con un alambre telefónico amarrado en el cuello en un patio de una casa, del referido sector capitalino.
El tribunal tomó la decisión tras acoger una solicitud de medida de coerción, consistente en prisión preventiva presentada por la Fiscalía del Distrito Nacional, que alegó que el imputado representa peligro de fuga en caso de ser favorecido con una libertad.
A la salida del tribunal el imputado, esposado, bajo medida de seguridad, se declaró inocente de los hechos que se le imputan, tras rechazar que tenga acciones violentas en contra de los menores residentes en el lugar, como alega la familia del menor asesinado.
En el tribunal el imputado declaró que trataba al menor Alexánder Basora como familia, empero en torno nervioso, proclamó que no lo conocía, cuando fue cuestionado por el ministerio público.
En momento en que el juez le señalaba al imputado que lo enviaba a prisión por un año, este respondió en torno sorprendido, "cómo un año, ok un año, ¿y dónde? En la cárcel de La Victoria, le responde le respondió el juez".
Mientras que el abogado del imputado, Leonardo Tavarez, calificó la decisión del juez de "monstruosa", tras señalar que el ministerio público no presentó en el tribunal una sola prueba ni señaló a una persona que lo vincule con el horrendo crimen.
Cuestionó el hecho de que el juez para disponer el envío a prisión del imputado, tomara como fundamento la declaración de una menor de cinco años de edad, que a su juicio, fue manipulada por el ministerio público, quien declaró que vio cuando el anciano agarró a la víctima por el cuello y amenazó con matarlo.
Mientras que el abuelo del menor asesinado, Anastacio Núñez, mostró satisfacción con la decisión del tribunal de enviar a prisión al imputado, aunque con esto y una pena máxima de 30 años de prisión que se le imponga no le devolverán la vida al infante.
El cadáver del pequeño fue encontrado en el patio de una vivienda de Capotillo.
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