SANTO DOMINGO. Balmis Reynoso y Richard Joaquín son dos empleados de ingeniería de la universidad APEC en el recinto Fernando Arturo de Meriño. Luego de un sábado de docencia caminaron hasta el nuevo puente peatonal ubicado a dos cuadras del recinto de educación.
“El puente está hecho, pero la mayor demanda está en la universidad”, dice Balmis, quien cuenta que después de la construcción del paso a desnivel ha conocido de dos accidentes en los que vehículos han arrollado a peatones que tratan de cruzar la avenida 27 de Febrero.
Ellos son solo dos de un grupo de cuestionados que creen que el puente debió ser elevado donde tenía mayor utilidad.
“El puente lo usan los estudiantes. Hace falta otro puente porque además los muchachos tienen que caminar demasiado para atravesar la avenida”, expone Cristino Javier, quien ha tenido que pasar por la avenida 27 de Febrero cada vez que sale de su empleo en Centro Jáquez.
Javier asegura, no obstante, que el puente es muy fácil de subir por la cantidad de descanso que tiene y la poca inclinación de la escalera.
Sin embargo, la insistencia de estas personas es que para un estudiante cruzar la calle, que son los usuarios más vulnerables, no tiene sentido caminar dos cuadras hasta el puente peatonal para devolverse hacia la avenida Caonabo, si van en dirección contraria.
“Después que hicieron el puente esta avenida no es para que la gente cruce. Fíjese a la velocidad que pasan los vehículos. Van a pasar más desgracias”, sostiene Antonio Martínez, quien vive en un edificio de la calle Plaza, detrás de la avenida 27 de Febrero.
El Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones anunció el viernes la apertura del puente peatonal que tuvo un período de construcción de “menos de 90 días”, según destaca una nota de prensa del Ministerio y una longitud de 43.20 metros de largo sobre 5.5 metros de altura.
En el comunicado, Obras Públicas exhorta a los ciudadanos a usar el puente para evitar accidentes de tránsito.
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