SANTO DOMINGO. La ingeniera Francina Hungría manifestó que la sentencia de 20 y 30 años de prisión dictada ayer por el Tercer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional a los tres implicados en el atentado que le provocó la pérdida de la visión, cierra un capítulo “muy difícil” en su vida y aunque no lo define como justicia, le da serenidad.
“El mayor sentido que le veo a todo esto es que uno no puede permitir que un caso como este sea promoción de impunidad, ni que mucho menos haya otras personas que corran con la misma suerte que yo o, peor, que no puedan sobrevivir, entonces yo tenía el compromiso de llevar esto hasta las últimas consecuencias”, expresó a Diario Libre.
Para ella, hablar de justicia en este caso “no es nada posible” tras indicar que el hecho de que estas personas vayan a la cárcel no le devolverá su visión.
“Lamentablemente esa es la parte dura de esto, que no me devolverá la vida que yo tenía antes, mi carrera, nada, el hecho sigue allí y tampoco ellos están pagando una condena de por vida, que es lo que me propinaron, pero es lo que se acerca más a una decisión justa”, argumentó.
Dijo sentirse satisfecha con la decisión del tribunal, sin embargo, sostuvo que “es toda una sensación entre dulce y amargo porque lamentablemente uno no se alegra de la desgracia de nadie y esos son muchachos jóvenes”.
Resaltó que en caso de que se produzca una apelación, también estará preparada para procurar que esa condena se mantenga para que los jóvenes dominicanos que se ven tentados a delinquir sepan que hay consecuencias para ese tipo de actos ilícitos.
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