, SANTO DOMINGO.- En esta etapa post electoral, Luis Abinader se mueve y actúa con un alto espíritu de agresividad y combatividad política que no adoptó exactamente igual durante toda la campaña electoral, donde al decir de muchos, desempeñó una oposición hasta cierto grado moderada y conservadora.
Con un conteo electoral desfavorable de 61.76% contra 34.99% (boletín 10 de la Junta Central Electoral), el candidato presidencial de los partidos Revolucionario Moderno (PRM) y Reformista Social Cristiano (PRSC) adopta ahora una actitud mucho más aguerrida y batalladora, lo que ha sido inusual en su trayectoria de dirigente y ahora de líder político.
Importantes sectores del país han ponderado positivamente la figura de Luis Abinader, una expresión joven que se está abriendo paso en medio de un liderazgo rezagado y eternizado que históricamente ha dominado el espectro político nacional, y particularmente el liderazgo interno de los partidos.
Por igual, otros sectores le cuestionan al aspirante presidencial de la alianza PRM-PRSC la falta de agudeza y dureza en el discurso y el accionar, prefiriendo adoptar un temperamento más inclinado hacia lo mesurado y comedido.
Si cierto es que su actitud templada y prudente le pudo ganar simpatía en una franja importante del electorado, igual le pudo restar posibilidades en el caldeado y agresivo cuadro político que se juega en la República Dominicana.
La vehemencia y fuerza combativa que estuvo ausente en Luis Abinader durante la prolongada campaña electoral, viene a aflorar de manera repentina y súbita luego de transcurrir las elecciones nacionales, presentándose ante el país como un político mucho más agresivo en el combate de sus ideas y criterios.
Así se nota en más de una aparición pública denunciando irregularidades del pasado proceso electoral, y reclamando con “uñas y dientes” los votos del PRM aliado al Partido Reformista.
Luis Abinader, además, recorre parte del país visitando juntas electorales municipales y provincias pidiendo reconteo de votos, donde los candidatos perremeistas alegan les quieren escamotear el “triunfo”.
Dispersa oposición ahora muy unida
La unidad que los partidos de oposición no pudieron, o no quisieron lograr durante todo el proceso electoral, ahora ha sido “mágicamente” posible en una lucha colectiva que llevan a cabo denunciando fraude electoral.
Una serie de partidos dispersos llamados a endosar –en estrategia electoral- su apoyo al más grande de la oposición, se resistieron a dar el paso hacia la unidad, prefiriendo acudir de manera independiente en un proceso donde no era difícil predecir la baja votación que obtendrían.
Sin embargo, el camino de la unidad y la cohesión surge de repente y ahora el país contempla cómo el PRM junto a Alianza País, Partido Quisqueyano Demócrata Cristiano, Fuerza Nacional Progresista, Partido de la Unidad Nacional y Alianza por la Democracia, luchan de un solo lado y hacia un mismo propósito.
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