domingo, 3 de julio de 2016

CAMBIO DE VIDA El Hoyo de Chulín 28 años fuera del arrabal EN MAYO DE 1988, EL GOBIERNO ENTREGÓ 557 VIVIENDAS PARA LOS DE CHULÍN.

  • El Hoyo de Chulín 28 años fuera del arrabal
    Estado Actual. Puerto Isabela tiene problemas de iluminación, seguridad, contaminación, imbornales tapados y deterioro en sus edificaciones.
  • El Hoyo de Chulín 28 años fuera del arrabal
  • El Hoyo de Chulín 28 años fuera del arrabal
Santo Domingo
“La vida fue muy distinta”, dice Vitalino Doñé, al recordar el momento en que junto a más de 500 personas dejó de vivir en techos de cartón rodeado del hacinamiento y la miseria.
Desde un campo de Villa Altagracia, llegó al “Hoyo de Chulín”, un arrabal de la capital, donde la muerte les visitaba a menudo, producto de los aguaceros y derrumbes de tierra.
“Yo estuve ahí cuando los derrumbes y cuando se quemaron la gente por las conexiones de los cables eléctricos”,  recuerda. 
Fue en julio de 1986 cuando un alud de tierra dejó decenas de casas sepultadas y con ellas, seis vidas.  
Pero la bendición les llegó, al igual que hoy les alcanzó a los de La Barquita. Un domingo, Día de las Madres del 1988, cuando por disposición del entonces presidente Joaquín Balaguer fue inaugurado “Puerto Isabela”, nuevo  nombre que adoptó el arrabal.
Este proyecto, uno de los tantos prometidos por los Gobiernos para dignificar las familias que residen en zonas vulnerables, (el más reciente La Nueva Barquita), fue construido en la misma zona cercana al rio Isabela  y a la desaparecida Fábrica Dominicana de Cemento (La Cementera). 
Al igual que Doñé, muchos vivían en casitas de “cartón prieto” y pasaron a morar en los 557 apartamentos, distribuidos en 15 edificios de cinco plantas cada uno, levantados a un costo de 20 millones de pesos.
El proyecto, contó con 40 locales comerciales, un centro comunal, una iglesia católica, un dispensario médico, una escuela y una cancha deportiva, así como servicios de agua potable, energía eléctrica y recogida de desechos.
Todas estas facilidades existen hoy, pero algunas en malas condiciones, por el abandono.
Cambio de vida
Para los moradores del “Hoyo de Chulín”, nombre que según cuentan se debe al primer residente de nombre Epifanio Tejada, apodado Chulín; el recuerdo de aquel día en que recibieron las llaves de sus viviendas aún está latente.
Cambiaron del hacinamiento a apartamentos, con tres habitaciones, baño, sala, comedor y lavaderos.
Según los archivos de la época, el 29% de los habitantes del hoyo eran chiriperos, el 23% obreros, 7% de oficios domésticos, el 6% eran pequeños comerciantes, 7% sin ninguna ocupación, el 3% empleados públicos, 12% empleados privados, 1% carpinteros y 1% militares.
El 45 por ciento devengan ingresos mensuales entre 201 y 300 pesos, el 12% de 301 a 400, el 9% de 401 a 500 y el 6% ganaba menos de 100 pesos.
Adaptación 
A diferencia de los moradores de La Barquita, que llevaron a cabo un proceso de formación ciudadana; los del Hoyo de Chulín, en los primeros meses de haberse mudado a los apartamentos comenzaron a presentar problemas de adaptación.  
La falta de un plan de integración, es lo que ha causado, según Wenceslao Zapata, (residente desde su fundación), la mayoría de los problemas y deterioros del sector hasta la actualidad.
 Reportajes publicados por el desaparecido diario Ultima Hora, al primer año de la inauguración, ya los residentes se quejaban de problemas con el agua por ser salobre, así como filtraciones, grietas en techos y paredes, basura y contaminación del rio Isabela.
También problemas en el cobro de energía eléctrica, con recibos de 90 y 100 pesos.
Además, las mujeres usaban anafes en lugar de las estufas que les donó el Gobierno de Balaguer a cada familia, y preferían lavar en las galerías que en los lavaderos que tenían agua permanente.
Puerto Isabela actual
Luego de 28 años de fundado, Puerto Isabela, hoy luce descuidado. Algunos de sus edificios tienen las paredes y techos agrietados, sistema pluvial y sanitario obstruido y pozos de contaminación por aguas estancadas.
Norberto Paulino, presidente de la junta de vecinos, sostiene que uno de los males del sector es a causa de la planta de generadores del Metro de Santo Domingo; que con  su construcción perjudicaron el lugar debido a la contaminación.  Explicando además, que dicha obra provocó el deterioró de la calle en la entrada principal, quedando con un desnivel, donde al llover se estanca el agua.
Asimismo tienen problemas con la recolección de desechos y con el alcantarillado.
Wenceslao Zapata, presidente del comité de padres de la escuela, consideró que no hubo planificación al momento de la construcción del centro educativo, pues hoy los casi 600 estudiantes que allí reciben docencia están en peligro, por constantes deslizamientos de tierra.
Abandono
Según estimaciones del presidente de la junta de vecinos, la mayoría de los residentes fundadores se marcharon; unos vendieron y otros alquilaron, por diversas razones. 
Afirma que en Puerto Isabela vive solo el 30% de los que fueron beneficiados en aquel momento.
“Yo no olvido lo que pasamos en aquel tiempo, que comparado con el ahora, es mucho mejor; muchos vendieron  y se fueron; y hoy les ha hecho falta tener su apartamento”, asegura Vitalino Doñé.

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