La niña Carla Massiel Cabrera, de 10 años, quien está desaparecida desde el pasado 25 de junio de 2015, era tan apegada a su madre Diolandita Cabrera, que a pesar de que tenía nueve años antes de que ocurriera la tragedia, pedía a su madre que le diera el seno para quedarse dormida en sus brazos.
“Extraño todo de Carla, absolutamente todo. Ella es una niña muy dulce. Desde que llegaba de la escuela o de cualquier lugar en el que estaba venía donde mí. Siempre quería estar encima de mí”, cuenta Diolandita.
Dice que Carla Massiel siempre quería comer con ella, y cuando terminaba de hacerlo “me decía: mami, ahora dame el seno, estando ya grande”.
Diolandita revela que cuando llegaba la hora de dormir, Carla, y a veces sus dos hermanitos, se iban a su cama.
“Ella se iba para mi cama, y a veces mis otros dos hijos también lo hacían. Después que se dormían, tenía yo que comenzar a pasarlos para sus camas”, dice.
Indica que su comida favorita es espaguetis con huevo y fritos. “Eso es lo que a ella le encanta”.
Expresa que a veces decía en su casa que iba a cocinar arroz, y Carla pedía los espaguetis.
“La relación con sus hermanitos también es muy buena. Siempre estaban juntos jugando. Eran muy unidos y hasta ponían al varón a jugar muñecas con ellas. Decían que tenían una casa y ellos mismos se ponían dizque a cocinar. De verdad que extraño mucho eso”, dice.
La semana pasada Diolandita Cabrera reveló que no se ha tirado de un puente para quitarse la vida, porque no puede dejar a sus otros dos hijos solos.
“Ya no aguanto, y más con la gente del mismo barrio cuestionándome, culpándome y hablando cosas sin saber. Yo no me he tirado del puente por mis otros dos hijos, porque si los dejo, ¿quién me los va a cuidar?, porque no puedo contar con el papá de Carla y Perla, porque como padre no es bueno”, manifestó cabizbaja Diolandita.
Dijo sentir presión por los cuestionamientos de José Pérez, padre de sus hijas, quien la culpa de ser la responsable del caso.
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