Rajoy hizo esta reflexión en su intervención en la cumbre del G20 de la ciudad china de Hangzhou y en la que fue invitado por la organización a tomar la palabra en la sesión de trabajo inicial dedicada al crecimiento económico.
Una invitación que el Gobierno español considera un reconocimiento internacional a la recuperación económica del país gracias a las reformas estructurales puestas en marcha en los últimos años.
En la misma semana en que Rajoy no consiguió ser investido de nuevo presidente y en la que el líder del PSOE, Pedro Sánchez, pidió una solución a las denominadas "fuerzas del cambio", entre las que se encuentra Podemos, el presidente español aprovechó su disertación ante el G20 para volver a alertar de las consecuencias de los populismos.
Entre ellas un daño a la recuperación debido a que dificultan la puesta en marcha de reformas estructurales que garanticen la buena evolución de la economía.
"Con economías más resistentes, reformas y mejor coordinación económica, podemos dar mejor respuesta a los riesgos que amenazan el crecimiento", subrayó ante el resto de líderes el presidente en funciones del Gobierno español.
Y recalcó que España es un ejemplo de ello, porque "la puesta en marcha de una ambiciosa agenda de reformas en el sector financiero, mercado laboral y la administración, y mercados de bienes y servicios, ha permitido sacar a España de la situación extrema en que se encontraba hace cuatro años".
Así, recordó que hoy lidera el crecimiento y la creación de empleo en la zona euro.
En concreto, explicó que en 2015 el país creció un 3,2 por ciento, y el dato del segundo trimestre de 2016 mantiene ese fuerte ritmo de crecimiento en términos interanuales.
"Además, ese crecimiento es sano. Crecemos y creamos empleo -apostilló- sin desequilibrar nuestras cuentas exteriores".DE EFE
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