Aunque en los barrios de la capital se mantuvo una situación distinta a años pasados, en la que primaba el bullicio de la gente en las esquinas, el consumo de bebidas alcohólicas desproporcionado en los colmadones, el día y la tarde de la celebración de la Navidad fueron de mayor recogimiento.
En barrios populosos de la parte norte del Distrito Nacional la gente aprovechó para el clásico juego de dominó, los traguitos en familia en las aceras y las reuniones de familiares en visitas de quienes se juntan para estas fechas, que a lo largo de todo el año, sea porque viven en el exterior o porque la dinámica del trajín cotidiano lo impide, compartieron.
En la Zona Colonial la situación era de mucha quietud, un tránsito casi nulo en horas de la tarde, los templos católicos cerrados. En la legendaria Calle El Conde la situación era un poco diferente, por los turistas que caminaban de un lugar a otro, y dos o tres guitarristas clásicos que como Nehemías Zarzuela y José Manuel López Polanco, enseñaban a un grupo de niños a tocar el instrumento.Muchos dominicanos se desplazaron hacia la plaza Juan Barón de la George Washington, donde los padres e hijos se divertían en los distintos juegos, en el alquiler de carritos.
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