Naciones Unidas acordó hoy poner fin a su actual misión en Haití el próximo octubre, retirando durante los próximos meses a todos los "cascos azules" y dejando únicamente una pequeña presencia policial en el país.
Por unanimidad, los quince miembros del Consejo de Seguridad aprobaron una resolución que extiende por un periodo final de seis meses la operación de la ONU en Haití (Minustah), tal y como había recomendado el secretario general, António Guterres.
Los países del Consejo de Seguridad ya habían expresado durante un debate este martes su respaldo a la idea y hoy lo hicieron oficial.
La resolución 2250 decreta que el componente militar de la Minustah debe reducirse gradualmente en los próximos meses hasta completar su "retirada plena" como muy tarde el 15 de octubre.
Actualmente, la Minustah cuenta con unos 2.370 "cascos azules" y con unos 2.600 policías.
La operación tendrá una sucesora, bautizada como Minujusth, que se centrará en apoyar a la policía haitiana, promover el Estado de derecho y vigilar el respeto de los derechos humanos.
Esta nueva misión no tendrá personal militar y será mucho más reducida, compuesta por un máximo de siete unidades de policía constituidas y 295 agentes.
El Consejo de Seguridad aprobó hoy darle un mandato inicial de seis meses, entre octubre de este año y abril de 2018.
El cierre de la Minustah responde, según la ONU, al progreso logrado durante los últimos años en la estabilización de Haití y cuenta con el total respaldo de las autoridades del país.
La misión se puso en marcha en 2004 con el fin de apoyar a Haití después de que un movimiento armado derrocara al entonces presidente, Jean-Bertrand Aristide, y se reforzó para ayudar al país a recuperarse tras el terremoto de 2010.
Sin embargo, la presencia de la ONU en Haití ha estado marcada en buena medida por la polémica, con numerosas denuncias de abusos sexuales por parte de "cascos azules" y por el brote de cólera que ha afectado al país durante los últimos años.
La epidemia se inició por un vertido de residuos fecales a un río por parte de fuerzas nepalíes y se calcula que ha afectado a cerca de 800.000 personas y que se ha cobrado más de 9.000 vidas.
La resolución aprobada hoy por el Consejo de Seguridad, redactada por EE.UU., subraya la importancia de abordar ciertos problemas detectados en el trabajo de los "cascos azules" como la falta de un mando y un control efectivos, la negativa a obedecer órdenes o el hecho de no responder a ataques contra civiles.
Varios países que tienen o han tenido tropas desplegadas en Haití, como Uruguay y Bolivia, criticaron hoy la inclusión de ese párrafo al considerar que no se responde con la realidad de lo vivido en Haití.
El embajador boliviano, Sacha Llorenti, adelantó además que su país tiene intención de organizar una visita del Consejo de Seguridad a Haití durante el próximo mes de junio, cuando ocupará la presidencia de turno del órgano.
Llorenti defendió que el viaje ayudará a evaluar la situación sobre el terreno y a ver cómo el Consejo puede seguir contribuyendo a largo plazo a la estabilización de Haití.DE EFE
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