WASHINGTON (AP) — El gobierno Venezuela informó el miércoles que desconoce la resolución adoptada esta semana por la OEA, la cual califica a las decisiones del Tribunal Supremo como incompatibles con la práctica democrática, por considerar que fue adoptada a través de un "fraude jurídico y procesal".
En una visita sorpresiva a la sede del organismo en Washington, la canciller Delcy Rodríguez cuestionó que el Consejo Permanente se convocara sin la aprobación de Caracas, que se instalara el lunes pese a la ausencia de su presidente y que adoptara una resolución sin contar con el apoyo de una mayoría simple —mitad más uno de los 34 miembros— de 18 países.
Rodríguez alega que cuatro de los 21 países presentes en sala se adoptó la resolución se abstuvieron, por lo que el documento solo tuvo apoyo de 17. "Expondremos en otras instancias internacionales lo ocurrido aquí", dijo la venezolana a periodistas sin aportar detalles. "Vamos a denunciar lo que aquí ocurrió. Todos los funcionarios en ejercicio tienen responsabilidad si han cometido crímenes."
Sin embargo, al conversar con reporteros, el embajador argentino Juan José Arcuri refutó las objeciones de Caracas y dijo que la convocatoria a la sesión tuvo fundamento legal sólido al haber sido solicitada por 20 países incluyendo a Argentina, cuya canciller Susana Malcorra asistió en representación de los países del Mercosur.
Arcuri también indicó que el mínimo requerido de los 18 países se cumplió porque de los 21 presentes al momento de adoptar la resolución, cuatro se abstuvieron pero ninguno objetó. Al no registrarse objeción, la resolución se adoptó por consenso, explicó Arcuri.
La resolución ha sido el pronunciamiento más duro que la OEA haya emitido sobre la crisis venezolana hasta el momento.
Rodríguez también anunció en conferencia de prensa que en los próximos días su delegación convocará una sesión extraordinaria para evaluar si el secretario general, Luis Almagro, se desempeña en apego de sus funciones. Caracas ha acusado reiteradamente a Almagro de aliarse indebidamente con la oposición para derrocar el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
La ministra venezolana también señaló que su gobierno asistirá a la Asamblea General que la OEA celebrará en junio en México, aunque se preguntó: "¿qué sentido tiene cuando vemos este espectáculo? ¿Qué va a llegar allá si no los desechos de la organización?"
La polémica sobre la resolución venezolana se perfila como una distracción importante durante la reunión de cancilleres del continente, que trabajarán una agenda para fortalecer "el diálogo y la concertación para la prosperidad".
Al concluir su intervención en el hemiciclo, el canciller mexicano Luis Videgaray no cerró la puerta a que la Asamblea General aborde la crisis venezolana. "El tema propuesto es amplio e incluyente. Habremos de abordar de manera incluyente y con un formato renovado la temática relevante para todo el continente", indicó.DE AP
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