Debajo del elevado de la avenida Máximo Gómez con Nicolás de Ovando, el ambiente luce diferente ahora, luego de que el Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN) y la Dirección General de Migración (DGM) intervinieran esa área.Hace una semana ese espacio público estaba invadido por los comerciantes informales que, con el pasar del tiempo, fueron creando una especie de mercadillo en donde se vendían desde productos agrícolas hasta artículos para el hogar y ropa de paca. Sin embargo, todo esto fue retirado por las autoridades.
Ayer el espacio estaba vacío y custodiado por algunos agentes de la Policía Municipal para evitar que los vendedores informales pudieran volver a asentarse en esa área, medida que ha llenado de satisfacción a los dueños de locales comerciales ubicados en esa intersección.
“Esto es lo mejor que nos ha pasado desde hace una semana. Estamos esperanzados de que en esta ocasión será diferente y que esos vendedores no van a volver a vender ahí y arrabalizar ese espacio”, dijo Kelvin Rodríguez, dueño de una tienda en donde vende artículos plásticos para el hogar.
Rodríguez, quien dijo que tiene más de 10 años en el pequeño local en donde tiene su negocio, también manifestó sentirse un poco más seguro, debido a la presencia de agentes de seguridad en el área.
Otros que calificaron de positiva la medida fueron los transeúntes y choferes que se desplazaban por la zona.
“Antes uno tenía que caminar prácticamente por la calle debido a que los vendedores tenían gran parte de las aceras ocupadas. Ahora está mejor la cosa porque no está toda esa gente en medio”, expresó una joven, que dijo vive en la zona.
A pesar de la medida, se pudo notar la presencia de dos señoras vendiendo guineos y aguacate, aunque no estaban fijas en un punto, sino que les ofrecían sus productos a los conductores que se desplazaban por la vía.
Otro de los puntos resaltados por los dueños de negocios en esa intersección de la capital, es que antes, durante casi todo el día en esa zona se generaba taponamiento vehicular, sin embargo, dijeron que ahora ese problema ha ido disminuyendo.
De acuerdo con las personas consultadas, el desalojo de los vendedores ambulantes se realizó el miércoles de la semana pasada. Pero no es la primera vez que se hace algo igual. En varias ocasiones se habían hecho desalojos en esa zona y al poco tiempo debido a la falta de monitoreo de las autoridades, los buhoneros volvían a establecerse. Situación similar se repite otras partes.
Ayer el espacio estaba vacío y custodiado por algunos agentes de la Policía Municipal para evitar que los vendedores informales pudieran volver a asentarse en esa área, medida que ha llenado de satisfacción a los dueños de locales comerciales ubicados en esa intersección.
“Esto es lo mejor que nos ha pasado desde hace una semana. Estamos esperanzados de que en esta ocasión será diferente y que esos vendedores no van a volver a vender ahí y arrabalizar ese espacio”, dijo Kelvin Rodríguez, dueño de una tienda en donde vende artículos plásticos para el hogar.
Rodríguez, quien dijo que tiene más de 10 años en el pequeño local en donde tiene su negocio, también manifestó sentirse un poco más seguro, debido a la presencia de agentes de seguridad en el área.
Otros que calificaron de positiva la medida fueron los transeúntes y choferes que se desplazaban por la zona.
“Antes uno tenía que caminar prácticamente por la calle debido a que los vendedores tenían gran parte de las aceras ocupadas. Ahora está mejor la cosa porque no está toda esa gente en medio”, expresó una joven, que dijo vive en la zona.
A pesar de la medida, se pudo notar la presencia de dos señoras vendiendo guineos y aguacate, aunque no estaban fijas en un punto, sino que les ofrecían sus productos a los conductores que se desplazaban por la vía.
Otro de los puntos resaltados por los dueños de negocios en esa intersección de la capital, es que antes, durante casi todo el día en esa zona se generaba taponamiento vehicular, sin embargo, dijeron que ahora ese problema ha ido disminuyendo.
De acuerdo con las personas consultadas, el desalojo de los vendedores ambulantes se realizó el miércoles de la semana pasada. Pero no es la primera vez que se hace algo igual. En varias ocasiones se habían hecho desalojos en esa zona y al poco tiempo debido a la falta de monitoreo de las autoridades, los buhoneros volvían a establecerse. Situación similar se repite otras partes.
Falta de empleos lleva a muchos a vender en calle
Algunas de las principales quejas que se producen entre los vendedores ambulantes cuando son desalojados de los espacios públicos, es que ellos son “padres de familia” y que de esa actividad es que se ganan el sustento porque no encuentran empleo. En mayo pasado, el alcalde David Collado había dicho que está trabajando con la Dirección General de Migración (DGM) en programas para recuperar los espacios públicos sin vulnerar a esas personas.
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