La adolescente Emely Peguero cursaría este año escolar el tercero de bachillerato en el liceo Max Henríquez Ureña y su sueño era convertirse en abogado, “para defender a los inocentes”.
Lo cuentan sus padres en la espera de que aparezca su cuerpo, luego de nueve días desaparecida. Sus padres cuentan que Emely era una joven extrovertida y líder entre sus amigas.
De confirmarse la muerte de la joven, este hecho también significaría la división de dos familias que tenían vínculos desde hace años.
“Es muchacho (Marlon, acusado de su desaparición) fue criado aquí. Ese muchacho era la confianza de la casa; cuando ellos se iban para afuera (los padres de Marlon) lo dejaban en esta casa”, refirió ayer el padre Emely en la casa en que residía la joven, en donde su muerte ya se da como un hecho consumado, pues hasta un altar, con sus velas, ya le tienen instalado.
Casi al frente de la residencia se encuentra la vivienda del padrastro de Marlon, al que la familia de la niña defiende como un hombre responsable y que ha dado la cara.
La joven Emely Peguero desapareció tras salir con su expareja, Marlon Martínez, a buscar los resultados de unos estudios médicos. Al joven Marlon se le acusa de la desaparición y se le dictaron tres meses de prisión preventiva.
Ayer fue apresada su madre, acusada de haber encubierto el crimen de su hijo.
Marlon condujo a las autoridades de las provincias Duarte y Hermanas Mirabal a un vertedero en la comunidad Hatillo, de la provincia Duarte, en la búsqueda del cuerpo de la menor de edad. No fue encontrado su cuerpo.
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