martes, 7 de noviembre de 2017

Industria y Comercio posterga decisión sobre si acepta vender GLP en gasolineras


Tanques de gas licuado. FETanques de gas licuado. FE
SANTO DOMINGO.-El Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM) decidió postergar cualquier decisión respecto de la integración o no, en una misma estación, del expendio de combustibles líquidos y Gas Licuado de Petróleo, porque su prioridad es concluir los procesos de reformas normativas y de regularización de todas las estaciones de expendio de combustibles existentes, tanto líquidos (gasolina, gasoil y otros), como gaseosos (gas propano y gas natural).
En un comunicado en el que fija su posición acerca del debate que mantienen los distribuidores de gasolina y gasoil que propugnan porque se permita vender tanto combustibles líquidos como gaseosos en una misma estación, el MICM sostiene que “lo urgente es ejecutar el Plan de Regularización diseñado para resolver una delicada situación que ha estado pendiente por décadas”, pero que  implementa con éxito desde agosto de 2016.
Para postergar la decisión sobre si se permite o no vender gas y combustibles líquidos en una misma estación, el MICM plantea que “los riesgos potenciales que derivan de una operación mixta, demandarían de un marco regulatorio más estricto, mayores recursos operativos, técnicos y logísticos, así como del perfeccionamiento de mecanismos de supervisión y control mucho más sofisticados que los vigentes”, en el entendido de que “no se trata de la simpleza de agregar un producto en un local, sino de una nueva categoría de estaciones”.
Una nota de la Dirección de Comunicaciones del MICM sostiene que la decisión de permitir o no el expendio mixto de combustibles líquidos y de GLP debe incluir también una evaluación, más allá de los intereses económicos sobre la necesidad y conveniencia, en la dado el gran número de estaciones existentes, “su creación luce de poco beneficio para la población dado que, en adición a la proliferación de estaciones, el precio de los combustibles no está determinado por la libre competencia”.

Manifiesta que “crear una nueva modalidad de expendio, en un escenario como el actual en que se incumplen normas elementales de seguridad, de construcción y medio ambientales, impactaría negativamente en el incremento de los riesgos a la población”.
La decisión plantea que el proceso de “la regularización, definición de reglamentos y normas, incluyendo las de seguridad y calidad, para adecuar el sector de los combustibles, es una ardua tarea que podrá conllevar algunos años de trabajos sostenidos”.
Afirma que las estaciones de combustibles líquidos no cuentan con un reglamento de seguridad, pues será elaborado como parte del Plan que se ejecuta.
No obstante, el MICM tomó en cuenta que “bajo condiciones muy particulares, con las tecnologías y los requisitos de seguridad que se aplican actualmente en otros países, podría resultar técnicamente posible realizar el expendio de GLP y combustibles líquidos en una misma estación”.
Señala que ello ameritaría “estudios técnicos profundos, así como la creación de nuevas normativas ajustadas a los estándares internacionales y nacionales de seguridad, entre otros aspectos”.
Cita que países como Corea del Sur, siendo el principal productor de vehículos a GLP, “no dispone de estaciones mixtas. En Estados Unidos existen unas 385 estaciones de reabastecimiento de GLP, en 50 Estados”.
El comunicado advierte que la prioridad el MICM es “lograr el funcionamiento regularizado de la red de estaciones de combustibles, tanto líquidos como de GLP”, para lo que se han articulado y ejecutado medidas que priorizan al subsector de GLP “en razón de su peligrosidad y de las explosiones de estaciones ocurridas a principios del año 2016, entre otros sucesos.
Señaló que para conjurar esos peligros se han dictado la Resolución 73-17, “que consolida los requisitos legales para solicitar e instalar estaciones de expendio de combustibles líquidos y plantas envasadoras de GLP”.
Igualmente, se expidió la resolución 74-17, que crea un Registro Nacional de Estaciones de expendio para proceder con el plan nacional de regularización, que hasta hoy  se han recibido 1,433 solicitudes de registro.
Otra disposición reguladora, la resolución 201-17,  establece los requisitos mínimos de seguridad para plantas envasadoras de GLP, categorizándolos en función de la cantidad de centros de concentración de personas alrededor de las mismas.
Entre las consideraciones esbozadas para emitir su posición sobre el tema de si se permite vender combustibles sólidos y líquidos en una misma estación, el MICM sostiene que no existe actualmente una normativa para los vehículos que funcionan con GLP, lo que da origen a serias irregulares y baja calidad en las instalaciones, materia que será atendida por el INTRANT, conforme Ley 63-17.
Plantea que el equipo que se instala en los vehículos para que funcionen con GLP “no es el adecuado, en la mayoría de los casos, y producen escapes que pueden generar incendios y explosiones en determinados escenarios”.
Manifiesta que una auditoría realizada por el MICM el año pasado determinó que más del 80% del total de las 2,668 estaciones de combustibles líquidos y plantas envasadoras de GLP instaladas en el territorio nacional, “operan de manera irregular, incumpliendo requisitos elementales de construcción, medioambientales, de seguridad y de carácter operativo en sentido general”.
Anota que el país registra “una saturación de estaciones de combustibles líquidos (1,304), situación que también se manifiesta en las de GLP (1,364)”.
En cuanto a las razones para el uso masivo del GLP en vehículos de motor, el MICM explica que se debe fundamentalmente a razones de mercado y de política, en que la primera consiste en la “disparidad de relación precio/rendimiento que favorece el uso de GLP en los vehículos, estimulando la demanda de éste frente a los combustibles líquidos”.
Señala el MICM que eso se originó en el hecho de que los precios de los combustibles líquidos se dispararon y motivaron un efecto sustitución a favor del GLP.
En cuanto a la razón de política, se debió a que se permitiera que se desarrollara de manera espontánea y al margen de toda regulación, “un mercado de GLP vehicular que afectó y continuará afectando negativamente el mercado de los combustibles convencionales (falla de la regulación, falla del Estado, a la vez que se auspiciara ese desarrollo con la creación de una condición ficticia en el mercado en base a GLP subsidiado destinado originalmente a uso doméstico.
La decisión del MICM reconoce que en las últimas dos décadas el consumo de GLP en el transporte de pasajeros ha alcanzado el 56% del total, con tendencia a seguir creciendo, mientras que la demanda de combustibles líquidos (gasolinas, gasoil) es “decreciente”.

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